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Real Zaragoza: “Volveremos a Primera, volveremos otra vez”

Cerca de 30.000 aficionados empujan al Real Zaragoza hacia la victoria ante el Eldense (2-0). El cuarto triunfo consecutivo desata la euforia en una Romareda entregada con su equipo.

El Real Zaragoza se enfrenta ante el Eldense en el estadio de La Romareda, este domingo.
El Real Zaragoza se enfrenta ante el Eldense en el estadio de La Romareda, este domingo.
José Miguel Marco

A pesar de ser todavía la cuarta jornada, La Romareda vibró este domingo como en las grandes citas. Durante muchas fases del encuentro, la victoria ante el Eldense (2-0) pareció más una eliminatoria de ‘play off’ de ascenso que un partido del primer fin de semana de septiembre ante un recién ascendido. Cerca de 30.000 almas (26.011, según las cifras oficiales) llevaron en volandas al equipo de Fran Escribá, que declara así su estado de felicidad con un impresionante pleno de cuatro triunfos consecutivos.

Y eso que al conjunto aragonés le costó entrar en el partido, pero el público de La Romareda llevó en volandas a los suyos desde el pitido inicial. Perdón, desde antes, incluso. El himno a capela, entonado por todo el estadio durante la presentación de los jugadores, ponía de manifiesto que estaba a punto de desatarse una tarde grande de fútbol en Zaragoza.

No fue hasta el minuto 15 cuando La Romareda, ávida de alegrías, entonó por primera vez el ‘Moverse maños, moverse’. Un cántico que, a pesar de no ser nuevo entre los aficionados, se ha convertido ya en el indiscutible hilo musical de la temporada.

Así, el público trataba de levantar a los futbolistas de Escribá, a la espera de que Francho, Aguado, Valera y compañía empezasen a carburar. Y funcionó. Solo cinco minutos después, llegó la primera gran ocasión, fabricada por un Valera excelso, que rozó en varias ocasiones el gol durante la primera mitad. La electricidad del futbolista murciano se trasladó a la grada, donde cada vez era más latente la sensación de que el Real Zaragoza podía abrir la lata en cualquier momento.

La afición, enfurecida como hacía mucho tiempo con el arbitraje de López Toca, saltó de júbilo con el primer gol de la tarde, obra de Iván Azón. Pero antes de festejar el tanto del canterano, La Romareda demostró que, además de empujar, también sabe defender a los suyos. La ocasión, en este caso el deficiente arbitraje del trencilla cántabro, lo merecía.

Al descanso, el colegiado fue despedido con una sonora pitada. Los verdaderos protagonistas, los hombres de Escribá, enfilaron el túnel de vestuarios con una atronadora ovación repleta de cariño y reconocimiento.

Francés anima la fiesta

Antes de arrancar la segunda parte, volvió a sonar el ‘Moverse maños, moverse’. Fue, parecido a la primera parte, el preludio al segundo gran momento de la tarde: el gol de Francés. El central, repleto de confianza tras el irregular último curso, desató la locura en La Romareda con el 2-0. Todavía en el minuto 56, la sensación era que por delante aguardaba más de media hora para disfrutar.

Escribá, un experto en el manejo de los tiempos, movió el banquillo con un doble objetivo. Refrescar el equipo y, de paso, que futbolistas como Germán Valera o Maikel Mesa recibieran el merecido aplauso del respetable. En La Romareda, todo el mundo quería ser partícipe de la fiesta, hasta Cristian Álvarez. El argentino, prácticamente inédito durante el primer tiempo, apareció con una gran parada que impidió al Eldense meterse en el partido.

A solo nueve minutos para el final, de nuevo, el fondo norte del campo instó al resto de aficionados a moverse. “Moverse maños, moverse”, se escuchó desde la zona de Gol de Pie. Poco después, todavía con más fuerza, resonó el gran cántico de la tarde. “Volveremos, volveremos otra vez, volveremos a Primera, volveremos otra vez”, coreó La Romareda al unísono, cerrando así una tarde de zaragocismo en estado puro.

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