REAL ZARAGOZA

Defensa antigua, ataque renovado y cantera en el primer formato del Real Zaragoza 23-24

El primer análisis al microscopio del Real Zaragoza con el que Escribá ha empezado la liga 23-24 deja tres epígrafes cristalinos sobre los criterios que rigen a fecha de hoy en el plan del técnico .

Fran Escribá, pensativo, en el banquillo durante el partido ante el Villarreal B.
Fran Escribá, pensativo, en el banquillo durante el partido ante el Villarreal B.
José Miguel Marco

El primer golpe de microscopio que deja el Real Zaragoza de Fran Escribá en el estreno de la nueva liga, tras la diputa de la primera jornada ante el Villarreal B es muy singular y definido. El sistema defensivo –los cuatro zagueros y el portero– es íntegramente herencia del equipo antiguo, mientras que el mecanismo de ataque –partiendo desde la zona de creación hasta llegar al área rival– es el que acoge el cien por cien de las novedades.

Además, paralelamente a este reparto de roles dentro del once inicial y de los cambios con el juego en marcha, es concluyente la apuesta por los futbolistas canteranos para ser, prioritariamente, los que conformen el equipo base junto con las incorporaciones.

El primer epígrafe que se extrae del análisis es que Juan Carlos Cordero, el director deportivo, y Escribá han dado por buena antes del verano la calidad y la solvencia del bloque defensivo, no ya del año pasado, sino de hace dos años. Por eso siguen ahí y jugaron ante el Villarreal B hace unas horas Cristian Álvarez, Gámez, Francés, Jair y Nieto; con Lluís López y Luna sin utilizar en el banquillo. Viendo este arranque de la alineación, nadie diría que este es un año de mutación drástica del formato de equipo. Parece lo contrario.

Pero el segundo epígrafe, el del ataque –con punto de partida en la sala de máquinas del medio campo–, sí que muestra prácticamente otro equipo diferente. Aguado, Moya, Mesa y Bakis dan un aire bien distinto a los modales globales. Y ya asomaron –lo harán mucho más– Valera y Sergi Enrich en las sustituciones... dando por hecho además que aún faltan dos piezas más en esa zona del campo.

El tercer escrutinio que surge de la primera muestra del Zaragoza 23-24 es evidente asimismo. Nieto, Francés, Francho, Azón y el recién repescado Aguado son cinco canteranos, aragoneses, que están en primera línea de uso por parte de Escribá. Viene a cumplirse aquel adagio, un ideal, de que un equipo ha de tener su corazón en las raíces y ser reforzado por jugadores de nivel que vengan de fuera. Tal cual ha comenzado el año.

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