El primer once titular del Real Zaragoza, mediatizado por la tardía llegada de los extremos

El siempre emblemático y referencial primer once inicial de la liga está a punto de tomar cuerpo en el hondamente remodelado Real Zaragoza 23-24. Será este sábado, a las 21.00, en La Romareda frente al Villarreal B, el primer rival en suertes según el singular calendario elaborado hace un mes. 

Vista la pretemporada desarrollada por el equipo blanquillo bajo el libreto de Fran Escribá, dadas las circunstancias concretas de este punto del mes de agosto dentro de la composición aún inconclusa de la nueva plantilla y evaluados los tiempos en los que se han desarrollado los últimos fichajes por parte de Juan Carlos Cordero, parece haber 9 puestos bien consolidados y quedan 2 para la duda o decisión de última hora. Esto, en cuanto a la cuestión nominal.

Porque hay otro apartado importante que mediatiza ese equipo que partirá de inicio en el duelo inaugural ante los castellonenses en la noche sabatina en el estadio municipal: el sistema táctico. Si el año pasado Escribá ya dejó patente que su método, poco maleable y dúctil, es un 4-4-2 con doble medio centro y dos exteriores (extremos si los hubiere), en la segunda mitad de la pretemporada de este verano de 2023 que ya se disuelve el técnico ha tenido que adoptar, forzado por las circunstancias, la variante de ese 4-4-2 con la distribución de los centrocampistas en la figura de rombo, con un único pivote, un mediapunta adelantado y dos interiores metidos hacia dentro, de modo que sean los defensas laterales los que ganen profundidad en la faceta atacante. La razón ha sido obvia: carecía hasta hace unas horas de extremos puros, de los jugadores escritos en la lista secreta que maneja con Cordero para construir la nueva plantilla en esos flancos laterales del ataque blanquillo. Todo, contando con que Bermejo, que se queda del equipo anterior, ha estado lesionado más de tres meses y aún está alejado de su reaparición con garantías. 

Nueve piezas muy definidas y dos en duda

Mollejo y Valera, los dos jóvenes exteriores venidos desde el Atlético de Madrid a través de las sinergias grupales de la nueva SAD, no han participado en casi nada de la precampaña zaragocista. El primero tiene la ventaja de repetir cesión y conocer el percal. El segundo debe aterrizar todavía con firmeza. A ambos les falta fondo y ritmo de competición, pues su verano con el club colchonero ha sido un tanto deslavazado mientras se daba forma a su futuro, que ha terminado siendo Zaragoza. 

Con este hándicap, que se limará y positivizará con el paso de una semana más, Escribá tiende a formar ante el Villarreal B con el rombo que ya probó en tres amistosos del verano: el primero, en los 45 minutos iniciales ante el Cartagena en el Pinatar Arena murciano (victoria por 1-2); el segundo, en la primera parte ante el Millonarios de Bogotá colombiano en La Romareda en el Memorial Carlos Lapetra (derrota por 1-2); y el tercero, en la segunda mitad del colofón estival en Tarragona, el pasado sábado en una nueva derrota, por 1-0 ante el Nástic. 

Ese rombo lo provoca, por un lado, la figura de Marc Aguado, el nuevo centrocampista del equipo (canterano aragonés pero que regresa después de tres años cedido en el FC Andorra, estrenando militancia en el primer equipo tras su lejano paso por el fútbol base), cuyas credenciales dicen que juega más a gusto solo en la medular que en otros mecanismos con dos o más medios centro (a los que tendrá que adaptarse). Y, por otra parte, asunto crucial, también viene derivado de la mencionada ausencia de extremos puros en la primera plantilla durante todo el tiempo de pruebas, por lo que se ha venido observando en esas posiciones durante el verano a los chicos del filial Cortés, Liso, Aragüés, Cuenca o al ya traspasado Puche.  

Una vez escrutado el estado de las cosas a 10 de agosto en el plantel, mientras se espera la maduración física y competitiva de Mollejo y Valera, los cuatro centrocampistas que parte con vitola de titulares ante el Villarreal B son Aguado, Francho, Toni Moya y Maikel Mesa.

En la portería es indiscutible la presencia del capitán Cristian Álvarez. En el cuarteto defensivo, tres parecen definidos por el devenir de los acontecimientos: el lateral zurdo Nieto (su competencia, el francés Lecoeuche, se ha pasado lesionado el mes y medio de precampaña), y los centrales Jair y Lluís López (Francés viene de problemas musculares en una fase importante del verano y no acaba de reparar su mal final de la liga pasada y, además, el cuarto especialista en ese puesto aún no ha llegado). Y en punta, es fija la figura del ariete goleador contratado por Cordero con vitola de primer espada en el kilómetro cero del curso: el germano-turco Sinan Bakis. 

Quedan abiertas, desde ojos externos al vestuario, las posiciones de lateral derecho en la zaga y el del segundo delantero que acompañe al referido Bakis. En el primer caso, el veterano Gámez se disputa el sitio con el joven Luna. No ha habido una decantación clara de Escribá durante los duelos preparatorios. Y ambos, con sus luces y sombras, han hecho partidos aceptables en líneas generales. En el segundo punto de debate, el canterano Azón parte con cierto favoritismo sobre el nuevo fichaje Sergi Enrich. Es el chico de casa, ha hecho todo el recorrido del verano al completo y ha visto portería más allá de mostrarse aún en la fase de readaptación al rendimiento mínimo constante de calidad después de un calvario de curso pasado, donde tres lesiones importantes arruinaron su año. Enrich se incorporó en las horas previas a la concentración en Murcia y aún está alcanzando su estado óptimo (hace una semana fue baja ante el Millonarios por molestias físicas propias del momento). Pero la figura del veterano delantero balear tiende a crecer rápidamente, en cuanto sea posible su titularidad. De ahí la disquisición.

18 licencias profesionales y 3 del filial

A menos de 48 horas para la convocatoria de Escribá del equipo que va a enfrentarse al Villarreal B, el Real Zaragoza dispone (de facto) de 18 licencias del primer equipo y 3 del filial. Un total de 21 jugadores dentro del armazón principal del vestuario.

Los 18 futbolistas con ficha profesional son los porteros Cristian Álvarez  y Poussin; y los jugadores de campo Jair, Grau, Francés, Germán Valera, Aguado, Azón, Bermejo, Maikel Mesa, Bakis, Francho, Nieto, Gámez, Sergi Enrich, Moya, Lecoeuche y Lluís López (no cabe incluir a Molina, aún en nómina pero advertido de sus nulas opciones de continuar a final del mercado). Los 3 con licencia del B son el guardameta Rebollo, Mollejo y Luna. 

Si Escribá optase por llevarse a todos citados ante el Villarreal B, aún le quedarían dos espacios para apoyarse con chicos del Aragón, pues las convocatorias son, desde tiempos de la pandemia en 2020, de 23 fichas en el acta. El defensa multiusos Borge y el extremo Cortés son los que más posibilidades tienen de entrar en esta primera llamada liguera, mientras se resuelven los últimos 22 días de mercado.