fútbol
Ya es verano en el Real Zaragoza
El conjunto de Escribá alcanza aritméticamente su objetivo deportivo (la salvación) y supera a un indolente Cartagena, pese a jugarse su presencia en el ‘play off’.
Pese al biruji que hace estos días por la capital aragonesa, ya es verano en La Romareda. El conjunto de Fran Escribá ha alcanzado sus últimos objetivos, la prosaica permanencia definida ya en otoño como meta primera tras el cese de Carcedo. La pugna ha terminado. Zaragoza, 13 de mayo de 2023.
Estos 52 puntos valen para eso. Y para muy poco más. El ábaco le ha funcionado a Fran Escribá. Viejo zorro en la competición desde ese Elche que ascendió a la italiana, ganando por medio a cero, al técnico levantino se le escapan pocas cosas. Lo maneja todo, igual en el banquillo que en sus declaraciones. Atrapar la permanencia a falta de dos jornadas tiene su mérito. Por supuesto, relativo.
La calculadora de la salvación dejó de echar humo desde que Andrés Fernández le paró el penalti a Rubén Castro hace 15 días en La Rosaleda. Un Málaga con más puntos habría encarecido una salvación que el Zaragoza ha alcanzado silbando. Ayer, incluso superando con holgura a un Cartagena que, según la clasificación, llegaba a orillas del Ebro con muchas opciones de introducirse en el ‘play off’ de ascenso.
Según el último enunciado, el referente a las aspiraciones del Cartagena hace apenas unas horas, en verdad que saben a poco estos 52 puntos, esta decimosegunda plaza del Real Zaragoza. Porque, desde luego, el cuadro de Escribá fue ayer muy superior a su rival. De acuerdo que solo tiró una vez entre los tres palos (el penalti transformado por Bermejo), que los porteros apenas sudaron. Tan cierto como que el Real Zaragoza supo ganar con poco, pero este poco siempre fue mucho más que lo ofrecido por un indolente Cartagena. Ni una tarjeta amarilla vieron. A falta de fútbol, ni eso...
Hasta parecían desanimados los cartageneros. Poco respaldo encontraron en las gradas. Apenas había seguidores visitantes. ¿Se imaginan el caso opuesto? ¿Se imaginan si el partido se hubiera jugado en el estadio de Cartagonova y el Real Zaragoza tuviera opciones de ‘play off’? La invasión del zaragocismo habría sido masiva. Hasta Zaragoza vinieron pocos cartageneros. Y se hicieron oír tanto como su equipo en el césped. O sea, nada.
Carrión, técnico rival, dejó su artillería en la banda. Los goleadores Ortuño y Armando Sadiku calentaron el banquillo. Después, quitó a su mejor jugador, a Feuillassier, también conocido como Franchu. Buen pelotero, Feuillassier. Su nombre es de los que no se olvida, igual que siempre recordaremos el esternocleidomastoideo que aprendimos en el cole. Ciertamente, Feuillassier ve bien el fútbol, gira la cabeza, función que también desarrolla el músculo referido. Lo dicho, poco más que Feullassier. Y a Carrión le dio por quitarlo...
El Zaragoza, decíamos, más que hacer muchas cosas bien, hizo pocas cosas mal. Ganó a peso, por solvencia, porque defendió bien y fue capaz de meter dos goles con un solo tiro entre los tres palos. En una cita para hablar más en clave de futuro que de presente, Azón echó en falta a Giuliano. Muy significativos también los regresos de Mollejo y de Vigaray. Mollejo llevaba en el dique seco desde que se lesionó el 2 de febrero en Andorra. Vigaray solo había jugado en Albacete. Además, Bebé puso electricidad y una capacidad de golpeo en estrategia que valió el primer gol, además del flequillo del cartagenero Darío Poveda, esencial para desviar la pelota rumbo a la gatera. Los flequillos son más importantes de lo que pensamos. Que le pregunten a Dorca y al Zaragoza por el flequillo de Culio en la promoción de Las Palmas... El resto, sin lujos, sin estridencias, fue muy superior al Cartagena. Suficiente para hacer 52 puntos y aventar todas las cavilaciones. Aunque el verano entre el 21 de junio, a 13 de mayo ya es verano en un Real Zaragoza que ya ha alcanzado todos sus objetivos. Ya cabe hablar del futuro. Probablemente, superará al presente...
