REAL ZARAGOZA

¿Seguirá Zapater? Si la decisión es que no, ¿se podrá despedir en el campo?

El Real Zaragoza tiene alrededor de 15 días para dar el paso definitivo en torno al futuro del capitán ejeano para no dejar su posible adiós ahogado con la liga ya concluida.

Alberto Zapater, en el centro de la piña de jugadores, celebra un gol del Real Zaragoza esta temporada.
Alberto Zapater, en el centro de la piña de jugadores, celebra un gol del Real Zaragoza esta temporada.
Toni Galán

Es 9 de mayo de 2023, restan solo 18 días para que la liga 22-23 se acabe y nada se sabe oficialmente sobre el futuro de Alberto Zapater en el Real Zaragoza. El capitán, que cumplirá 38 años dentro de un mes, concluye su contrato el 30 de junio y no está definido si continuará un año más, previa prórroga de ese compromiso contractual que ahora finaliza, o si, por el contrario, está ante sus últimos días como futbolista en activo. 

La cuestión, en el caso de Zapater, va más allá del mero hecho formal, burocrático o deportivo dentro de un proyecto nuevo, como viene anunciando la SAD que tiene en marcha de cara a la temporada venidera, la 23-24, en la que va a buscar que el equipo esté peleando por el ascenso y deje atrás un largo y duro periodo de penurias clasificatorias y padecimientos. Zapater no es un futbolista ordinario.

Desde fuera, la afición y la opinión pública observa con expectación este caso, histórico por la relevancia del personaje. ¿Seguirá Zapater? Y si la respuesta va a ser que no, ¿se podrá despedir en el campo? Este es el quid de la cuestión. Porque, si es que sí va a continuar, no hay problema alguno en la logística del asunto. Pero si es que no, parecería gestión de poco tacto y de nula elegancia hacer que Zapater diga adiós al Real Zaragoza por ahogamiento, cuando la liga esté ya finalizada, archivada y olvidada. Y, por lo tanto, sin un solo gesto, reconocimiento, detalle y posibilidad real de sentir sobre el césped del estadio de La Romareda las emociones propias de una despedida tan singular y única como será, cuando se dé, la de Zapater. 

Si la idea es ofrecerle un año más de continuidad, parece un buen momento -con la permanencia prácticamente consumada tras un nuevo año, el tercero consecutivo, de dudas en la zona baja de la clasificación- para aclarar este sentimental flanco de la plantilla. Más allá de poner luz en un punto delicado del presente del equipo actual, esta acción disolvería las sospechas que, según pasan las horas hace semanas, se ciernen respecto de que la dirección deportiva -Juan Carlos Cordero- tenga planeado prescindir de la figura de Zapater con su '21' a la espalda de cara al próximo curso. 

Y si la decisión ya adoptada -y, por lo tanto, larvada- es que el tiempo de Zapater en el Real Zaragoza va a concluir en dos semanas y media, una vez pasen los tres partidos que restan al torneo 22-23 contra el Cartagena, el Ibiza y el Tenerife, sería un borrón indeleble para la regencia del club dejar pasar estos 18 días sin anunciarlo y, por lo tanto, impedir una despedida a la altura de lo que el de Ejea de los Caballeros merece.

En momentos como este es cuando la grandeza y la sensibilidad de las personas aflora. Mucho más en el ámbito del fútbol. Paradigmas de futbolistas de club, longevos y con una carga emocional añadida a su propia figura como jugadores de fútbol que han dicho adiós los hay desde tiempos inmemoriales en todos los clubes de España. El modo de afrontar ese especial momento es lo que diferencia el tacto, la mano izquierda y el señorío de cada caso.

Por ahora, en Zaragoza, nada se sabe respecto de qué va a suceder con Zapater en muy breve tiempo. ¿Seguirá un año más? Si no lo hace por decisión propia o del club, ¿se podrá despedir sobre el césped el día 27 contra el Tenerife? ¿O se dejará la resolución para cuando el telón de la temporada esté ya bajado, el público haya abandonado las plateas y palcos y los medios de comunicación estén ya en clave de pos competición ya con aires de verano?

La respuesta a estas preguntas se discernirá enseguida. Pero, a 9 de mayo, nada se puede adelantar. Ni en un sentido, ni en otro. Solo los indicios que ha dejado el entrenador, Fran Escribá, cuando ha sido preguntado dos veces por el caso: no se moja, actúa con cara de póquer y remite la solución a Juan Carlos Cordero. En términos futbolísticos, 'balones fuera'. Llega el tiempo de meter alguno dentro: en concreto, el de la definición del futuro inmediato de Zapater. El capitán, 12 años como tal en el primer equipo (en dos etapas), el tercer jugador con más partidos en la historia del club. Santo y seña del zaragocismo moderno. 

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