El Comité de Apelación de la Real Federación Española de Fútbol no tuvo en consideración en la tarde de este viernes la solicitud del Real Zaragoza de aplicar la suspensión cautelar a la sanción de cuatro partidos con los que fue castigado su entrenador, Fran Escribá, por el Comité de Competición el pasado lunes. La razón se fundamenta en unas declaraciones relativas a un arbitraje cuando era entrenador del Elche, en su anterior capítulo profesional, en septiembre de 2021, y que ahora hereda singularmente como técnico zaragocista.

Por lo tanto, a última hora del viernes, Escribá no está autorizado para sentarse en el banquillo del Real Zaragoza el domingo a las 14.00 en El Plantío de Burgos. Pero el área jurídica de la SAD ha reaccionado enviando un recurso ante esta postura de Apelación, que ha comunicado previamente que la referida suspensión cautelar podría atenderse una vez llegase este documento desde la sede zaragocista. Así, a escasas horas del duelo ante los burgaleses, la entidad blanquilla aún confía en que pueda terminar concediéndose la interrupción puntual de la puesta en marcha del castigo y, por ello, Escribá sí pueda dirigir con normalidad al equipo desde la banda de El Plantío. Toda la jornada del sábado e, incluso, si se demorase hasta última hora el asunto, la mañana del domingo, van a mantener la incertidumbre al respecto en el seno zaragocista. Cualquier resolución es aún posible. 

El nuevo entrenador del Real Zaragoza llegó el lunes día 7 del presente mes de noviembre a la nómina zaragocista para relevar al despedido Juan Carlos Carcedo. Dirigió su primer partido en Cáceres ante el Diocesano, en la Copa del Rey, y se estrenó en La Romareda el pasado sábado, día 19, en el duelo liguero ante el Málaga. Entretanto, en Competición le esperaba congelado un expediente que quedó en suspenso en septiembre del año pasado, a consecuencia de que fue destituido del Elche poco tiempo después de los hechos que generaron la sanción. Al reaparecer en la rueda de entrenadores en activo con su contratación por el Real Zaragoza, dicho expediente ha vuelto a emerger. 

Escribá acusó al árbitro gallego Muñiz Pérez de actuar "de mala fe" en un partido Villarreal-Elche, de Primera División, jugado en el estadio de La Cerámica (4-1 perdieron los ilicitanos), al no mostrar la segunda tarjeta amarilla y, por ello, la roja, al local Pedraza todavía en la primera mitad.