real zaragoza

Miguel Torrecilla, en apuros

Raúl Sanllehí acelera la búsqueda de un nuevo director deportivo para el Zaragoza. Con un mercado de invierno ya a la vista, la decisión de fichar y quién lo hará aún no está del todo clara.

Miguel Torrecilla, director deportivo del Real Zaragoza, en la tarde-noche del domingo durante el partido frente al Al Shabab saudí en el Marbella Football Center.
Miguel Torrecilla, director deportivo del Real Zaragoza, durante el partido frente al Al Shabab saudí en el Marbella Football Center.
Francis González/LOF

¿A quién se llevará antes por delante la crisis deportiva abierta en el Real Zaragoza? ¿Al entrenador Juan Carlos Carcedo? ¿Al director deportivo Miguel Torrecilla? ¿A los dos, de la mano? Ahora mismo, el escenario más reconocible y posible es el segundo: la salida de Torrecilla, muy debilitado de puertas hacia fuera ante la continuada reprobación de La Romareda, pero también de puertas hacia adentro frente a Raúl Sanllehí, después de que el paso de la temporada haya descubierto imprecisiones en la planificación y composición de la plantilla, con el fichaje de Pape Gueye en el ojo del huracán.

El director general activó hace unos días la búsqueda de un relevo para Torrecilla, a quien el suelo del Real Zaragoza se le empieza a tambalear bajo los pies y vive su momento de mayor apuro desde su llegada en diciembre de 2020. Raúl Sanllehí ha tenido varias conversaciones privadas en las últimas horas con diferentes actores del fútbol para valorar candidatos, recibir sugerencias y buscar asesoría. Esto se ha traducido en diferentes tanteos de posibles alternativas a Torrecilla. Ante todo, como indican los pasos emprendidos por el director general, se quiere un relevo que conozca la categoría y, si es posible, también la idiosincrasia de un club como el Real Zaragoza.

Si Juan Carlos Carcedo siguiera en el corto y medio plazo como entrenador, pero Torrecilla no lo hiciera en su cargo, algunas fuentes apuntan al aragonés Fernando Soriano como una opción bien valorada por Sanllehí: exfutbolista del Zaragoza, zaragozano y conocedor de todas las esquinas de una plaza como La Romareda, controla también la Segunda División y, muy importante, ya fue el valedor de Carcedo en el Ibiza en la primera experiencia del técnico como entrenador principal. Tampoco debe descartarse la influencia de las llamadas sinergias, y ese posible relevo pudiera venir llegado el caso desde alguno de los clubes de los que conforman el grupo en el que se integra ahora el Real Zaragoza.

En fechas previas, Sanllehí contactó con Juan Carlos Cordero, actual director deportivo del Tenerife, quien ha tirado abajo cualquier posible negociación al estar sujeto a contrato con el club tinerfeño. El Tenerife, inmerso en un proceso de cambios en la gestión tras la salida de la presidencia de Miguel Concepción, cuenta con él, y Cordero no va a forzar ninguna posible salida. Solo en el caso de que pudieran tomarse determinadas decisiones en el Tenerife que desembocaran en su desvinculación el Zaragoza podría tener alguna posibilidad. Pero está vía, ahora mismo, está cerrada.

En Asturias, también trascendió la semana pasada el nombre de Rubén Reyes, actual director deportivo del Getafe con el que el Oviedo ha negociado para tratar su regreso como recambio del destituido Tito Blanco con una poderosa propuesta económica que no ha prosperado. Sin embargo, el Zaragoza no ha tocado esta tecla.

Que Torrecilla esté en el alambre no significa necesariamente que Carcedo pueda librarse de un despido en función de lo que suceda después del partido contra el Alavés. Una derrota en ese encuentro o en los siguientes puede condenar al director deportivo, pero también al entrenador. En todo caso, Carcedo cuenta con un mayor respaldo de Sanllehí, quien confió en él para darle el timón del Real Zaragoza y quien cree que sigue siendo la mejor opción para este proyecto.

La fuerte crítica recibida por el entrenador desde la grada en los últimos partidos, la presión ambiental y los malos resultados, sin embargo, pueden romper esa cuerda en cualquier momento, empezando en Vitoria, por empuje del propio fútbol en caso de una nueva derrota o cómo ésta se produzca. Sanllehí es consciente de que se juega buena parte de su credibilidad como gestor plenipotenciario del Real Zaragoza con la carta de Carcedo y va a tratar de demorar todo lo posible su destitución, quizá hasta que el equipo no caiga a posiciones de descenso y la situación se convierta en insostenible.

De ahí que, en el juego también de supervivencia y reparto de responsabilidades ante los problemas del equipo que se ha desencadenado en las últimas semanas en la esfera deportiva del club, la pata más débil ahora mismo sea la de Torrecilla, a quien Sanllehí renovó en junio. Aunque el mercado de fichajes invernales se abre en enero, realmente empieza ya. Ahí se encuadran los movimientos de Sanllehí para sustituir a Torrecilla, quien sigue con sus cometidos y agenda con normalidad (hace unos pocos días viajó a Portugal a ver fútbol en directo en los estadios lusos).

No obstante, con enero a la vista, y Sanllehí peinando el mercado de directores deportivos, la decisión de fichar y quién lo hará aún no está clara. Lo seguro es que el Zaragoza saldrá de compras -o de cesiones-, con un apreciable margen salarial disponible después de los ingresos imprevistos registrados en el cierre de mercado con la venta de Pep Chavarría y los bonus percibidos por el traspaso de Pep Biel del Copenhague al Olympiacos.

Según los datos publicados hace un mes por LaLiga, el techo salarial del Real Zaragoza es de 10,1 millones de euros, el séptimo más alto de Segunda. Una cantidad que, eso sí, no significa ni que esté cubierta por la plantilla actual ni que el club disponga de tesorería para cubrirla.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión