El plan de Carcedo se vuelve a caer y el Zaragoza pierde (0-2) ante el Andorra

Era una tarde para la confirmación, para demostrar que al fin podía haber un plan con recorrido, pero el desenlace fue fatal. El Real Zaragoza fue incapaz de sumar su segundo triunfo consecutivo, de darle continuidad a las buenas sensaciones emitidas hace apenas cuatro días en Tenerife, y cayó por 0-2 ante el Andorra en otro partido que señaló a JuanCarlos Carcedo.

El técnico riojano apostó por repetir once y el mismo esquema con cinco defensores que presentó en el Heliodoro Rodríguez López, pero el resultado fue bien distinto. El equipo, sin un guion claro, siendo demasiado previsible, jamás estuvo cómodo y terminó cediendo por sus propios errores y la mayor efectividad de un rival que practicó un fútbol práctico, inteligente, para valerse de los tantos anotados por Bakis y Carlos Martínez en los minutos finales de cada parte.

Como ocurriera en Tenerife, el Real Zaragoza volvió a comenzar el partido de este domingo volcando el juego hacia la banda derecha, buscando la profundidad de Larrazabal y los desmarques interiores de Mollejo; pero el Andorra no tardó en entenderlo para protegerse con continuas ayudas de German Valera a Pampin.

Así, de las acometidas iniciales del Real Zaragoza, entre las que sobresalió una jugada personal de Giuliano Simeone, se dio paso a un ritmo bajísimo de partido.

Durante la primera media hora, la circulación fue lenta por parte de ambos equipos, si bien el Andorra era el que se sentía más cómodo a través de posesiones largas aunque de escaso calado.

De hecho, la primera llegada peligrosa de los visitantes no llegó hasta el minuto 30, con una combinación bien llevada desde atrás que terminó con centro raso desde la derecha de Alti y disparo elevado de Molina, de un Molina que, al igual que Moha, se movía bien entre líneas para aprovechar los huecos que quedaban entre los centrales zaragocistas y el centro del campo.

Los extremos visitantes fijaban a los laterales blanquillos, a Larrazabal y Fuentes, y al Zaragoza le costaba un mundo recuperar la pelota y encontrar los espacios a la espalda de los defensores del Andorra.

Tanto, que la única jugada en la que el equipo pudo correr de verdad se hizo esperar hasta el minuto 42. Manu Molina, ausente hasta entonces, giró un balón hacia la derecha para que Larrazabal, con una pared con Simeone, avanzase hasta el fondo y cediese a Mollejo un balón que pudo ser interceptado a córner por Lizoain.

Fue justo antes de que otro córner, el regalado por Vada con una pérdida de balón incomprensible en las proximidades del área, culminara de la peor forma el primer tiempo.

El gesto de perdón del argentino, el mismo gesto con el que se disculpó la pasada semana ante sus exseguidores del Tenerife, se dirigió esta vez hacia el fondo norte zaragocista después de cometer ese error aprovechado por el Andorra, por Bakis, para marcar el 0-1 en el saque de esquina.

A partir de ahí el partido iba a ser otro. La idea inicial de Juan Carlos Carcedo se había venido abajo y tocaba reinventarse en busca de soluciones, de ese ‘plan b’ que tanto cuesta encontrar cuando las cosas se ponen del revés.

El técnico relevó a Petrovic por Eugeni Valderrama al descanso; volvió a la línea de cuatro atrás en un sistema 4-3-3; y el Real Zaragoza cambió radicalmente su identidad y su propuesta.

Sin el serbio incrustado entre los centrales, viendo el juego de cara como hombre libre, el cuadro aragonés apostó por recurrir constantemente al fútbol directo, con la agresividad de Simeone, que llegó a anotar en fuera de juego en el minuto 55, como única solución ofensiva.

El bloque dejó de ser compacto, se descompuso entre las prisas a campo abierto, y la situación no mejoró con el triple cambio introducido por un desesperado JuanCarlos Carcedo en el minuto 68.

Francho, Zapater y Gueye sustituyeron a Grau, Molina y Vada, pero la transformación no tuvo el efecto deseado. Al contrario, el Zaragoza desapareció. El equipo empezó a perseguir sombras ante un Andorra solvente con el balón que asumió pocos riesgos, y la grada se empezó a revolver contra los jugadores y la directiva.

El cambio del canterano zaragocista Marc Aguado –este domingo defendiendo los colores visitantes– en minuto 78 trajo cánticos contra Torrecilla y Carcedo, y todavía quedaba lo peor...

Incapacidad ofensiva

La recta final del encuentro transcurrió sin grandes sobresaltos para el Andorra. El Zaragoza volvió a exhibir su incapacidad ofensiva, su falta de calidad en los metros finales, y el arreón contrarreloj apenas se tradujo en un mal remate de cabeza de Gueye, en el único balón que tocó en el área, y una carrera de Simeone que acabó con un disparo alto en el 86, antes de que Carlos Martínez apuntillara la victoria visitante en el tiempo de descuento, desatando el enfado de la grada.

El cántico de «Carcedo vete ya» sonó con más fuerza que nunca en La Romareda. El plan del técnico riojano había vuelto a desvanecerse. La incapacidad del equipo, acompañada de la eficacia del Andorra, acababa de traer otra derrota en casa; en un estadio que solo ha visto ganar al Zaragoza en dos de los siete partidos que ha disputado en esta temporada. Un registro que hace imposible cualquier aspiración.

Cualquier equipo que pretenda estar en los puestos elevados tiene que empezar por hacerse fuerte en su feudo, y este Zaragoza no cumple este requisito ni el de la regularidad.

La costumbre de no ganar dos partidos seguidos –solo se consiguió ante la Ponferradina y el Sporting– pone en entredicho a un Carcedo al que este domingo se le volvió a caer el plan y el viernes viajará a Vitoria con mucho más que tres puntos en juego.

Real Zaragoza-FC Andorra

Ficha técnica

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Larrazabal, Francés, Petrovic (Eugeni, 46), Lluís López, Fuentes; Jaume Grau (Francho, 68), Manu Molina (Zapater, 68), Vada (Gueye, 68), Mollejo (Puche, 82) y Giuliano Simeone.

Andorra: Raúl Lizoain; Pastor (Vilanova), Alende, Mika Marmol, Pampin; Molina, Marc Aguado (Jandro, 77), Moha (Almpanis, 64); Alti, Bakis (Carlos Martínez, 84) y Valera (Héctor, 64).

Goles: 0-1, min. 45+1: Bakis. 0-2, min. 90+1: Carlos Martínez.

Árbitro: Sánchez López (Comité Murciano). Amonestó a Francés, Mollejo y Zapater, por parte del Real Zaragoza, y a Bakis y Vilanova, por parte del Andorra.

Incidencias: Tarde agradable en Zaragoza en la festividad de Todos los Santos, con 22 grados al inicio del partido (16.15). El césped de La Romareda presentó un estado impecable. En las gradas hubo 20.834 espectadores, entre ellos alrededor de medio centenar de seguidores del Andorra.