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Roscón o carbón en La Romareda
El Real Zaragoza quiere lavar su imagen y competir ante el potente Sevilla en dieciseisavos de Copa.
En el día grande de la ilusión y las sonrisas, el Real Zaragoza acomete esta tarde la complicada empresa de salir vivo de una tarde repleta de muros y minas. También de oportunidades. En uno de sus momentos más delicados de la temporada, enredado en tres derrotas consecutivas, el equipo aragonés recibe en La Romareda al todopoderoso Sevilla (18.00), un equipo Champions y que este año está peleando con todas las letras el título de liga al Real Madrid. Son incontables los argumentos competitivos que presenta el equipo de Julen Lopetegui, uno de los grandes transatlánticos del fútbol español desde hace casi una década.
Pese a la entidad de su rival, el Zaragoza está obligado, tal y como viene reiterando Jim desde la primera ronda, a honrar la Copa, el torneo fetiche de su historia, la competición que le ha dado más noches de gloria. Sin embargo, su caída libre en las últimas semanas en liga obliga a repartir esfuerzos, a gestionar de forma coherente una semana larga en la que el verdadero turrón está en la visita del domingo a la Ponferradina en El Toralín.
La Copa, en este sentido, llega en un momento inoportuno, en plena escalada de casos covid y con las dudas sobre el fútbol y la capacidad competitiva del grupo aumentando semana a semana tras –quizá– tocar suelo el pasado domingo en Anduva frente al Mirandés. Jim quiere que la cita de esta tarde sea un punto de inflexión –en positivo– para reconducir la ruta del equipo, aunque también sabe de la dificultad mayúscula que presenta el rival y el contexto del partido. Pensando también en la liga, el técnico planeará un once mixto, con algunos habituales titulares sobre el verde y con oportunidades y minutos para otros jugadores con menor presencia durante la primera vuelta. Ratón será una vez más el portero de la Copa, con Lluís López como titular y la incógnita de Clemente, que descuenta sus últimas horas como zaragocista antes de partir rumbo a San Sebastián.
También apunta de nuevo al once Ángel López, como ya sucediera ante el Mensajero y el Burgos. En el centro del campo, podrían tener minutos Adrián González y Zapater, mientras que Borja Sainz y Azón asoman en el tercio final. No se han entrenado esta semana Francés ni Igbekeme y ambos serán baja ante el Sevilla. Un Sevilla que llega lanzado en la liga (una derrota en 12 partidos) y a tiro del liderato del Madrid. Sin embargo, en la Copa acude a la tercera ronda tras eliminar al Córdoba en la prórroga (0-1) y al humilde Andratx (1-1) en la tanda de penaltis.
Lopetegui cuenta con una extensa lista de bajas por diferentes cuestiones, algunas de larga duración como las de Jesús Navas, Suso y Lamela. A ellos, en los últimos días se han unido numerosos casos de coronavirus. Tampoco estarán en La Romareda el exzaragocista Yassine Bono, el mediapunta Munir El Haddadi y el delantero Youssef En-Nesyri, todos ellos convocados con sus selecciones para la Copa África, ni los recientemente lesionados Fernando Reges y Thomas Denaley. Pese a todo, la plantilla y el potencial del Sevilla son mayúsculos.
Alimentada por una fe inquebrantable y por un deseo ciego de revivir tardes de antaño, está previsto que la afición responda de manera masiva. Será el primer encuentro con el aforo reducido al 75%, una cuota que se podría rozar si la mayoría de los socios acuden al viejo estadio municipal. La venta de localidades ha mantenido un buen ritmo desde el sorteo y, a pesar de que el club se vio obligado a dejar de dispensar billetes por las restricciones, está prevista una notable entrada. Sobre el césped, habrá roscón o carbón en la tarde de Reyes. Una de dos.
