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Un Elche-Real Zaragoza singular: dos tiempos de ¡60 minutos cada uno!

El amistoso preparatorio de este sábado en el Pinatar Arena durará dos horas y no hora y media. Jim y Escribá, los entrenadores, quieren que los jugadores acumulen cargas de trabajo superiores a las normales. 

Juan Ignacio Martínez, con su cuerpo técnico, en el ensayo último del Real Zaragoza en tierras murcianas.
Juan Ignacio Martínez, con su cuerpo técnico, en el ensayo último del Real Zaragoza en tierras murcianas.
Méndez/LOF

El partido Elche-Real Zaragoza de pretemporada que se jugará este sábado, 24 de julio, en San Pedro del Pinatar, no va a tener un formato homologado, no va a ser un acontecimiento ordinario. Al contrario, se verá un choque raro, manipulado por ambos equipos a su libre albedrío, en busca de unos beneficios físicos en la fase de preparación de verano que les vienen bien a los dos entrenadores, Juan Ignacio Martínez 'Jim', el zaragocista, y Fran Escribá, el ilicitano. 

Ambos técnicos han pactado que el partido tenga dos partes de 60 minutos, no de los 45 reglamentarios. O sea, que el choque dure dos horas, no hora y media (120 minutos en vez de los ancestrales 90). Será como si hubiese una prórroga, pero adjudicada de antemano. 

En el entrenamiento matinal de este viernes en el Pinatar Arena, en el campo donde trabajaba el Real Zaragoza, se confirmó la propuesta, que venía sugerida de un par de días antes. La razón esgrimida es que, por cuestiones de cargas de trabajo, a las dos áreas físicas de alicantinos y zaragozanos les interesa mucho que todos los jugadores que están llevando a cabo la pretemporada acumulen en este punto del verano un mínimo de 60 minutos de esfuerzos y controles (vía GPS) constantes sobre el césped. 

Así, tanto Jim como Escribá podrán elaborar dos alineaciones totalmente distintas, once en un tiempo y otros once en otro, con la seguridad de que todos acabarán el ensayo con parámetros semejantes basados en una hora que, posteriormente, permitan evaluar y establecer comparativas específicas en su rendimiento, desgaste y demás cuestiones que son dignas de estudio en los cuerpos técnicos del fútbol moderno .

Es obvio que, para que esto vaya a ser posible, ha debido haber connivencia asimismo del estamento arbitral. Cambiar el tiempo de juego de un partido, por amistoso que este sea, no es moneda común cuando se trata de fútbol profesional y de enfrentamientos con cierto aura de seriedad. Por esta razón, este Elche-Real Zaragoza de la noche sabatina va a ser, en buena medida, un hito histórico, sin precedentes en la vida zaragocista. 

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