Cuenta atrás para la compraventa del Real Zaragoza
La intención de Spain Football Capital es hacerse con la mayoría accionarial la próxima semana. Pretenden construir una plantilla competitiva y con capacidad para pelear por el ascenso a Primera.
La operación de compraventa del Real Zaragoza encara desde mañana su recta
final. Coincidiendo con el cierre de mes y la conclusión contable y deportiva de la temporada –el miércoles 30 de junio–, Spain Football Capital tiene la intención de cerrar la operación la semana entrante. Desde hace varios días, esos son los tiempos que manejan los compradores y ese sigue siendo el escenario sobre el que trabajan los actuales accionistas del club.
El propósito de la sociedad en la que participan los hermanos Álvarez del Campo, hijos de Cándido, quien fuera reconocida firma del periodismo español, y el abogado Francisco Domínguez, especializado en derecho mercantil, civil y deportivo, es cerrar la próxima semana la compraventa y comenzar así la reestructuación interna del club y, especialmente, de la primera plantilla. Spain Football Capital tiene previsto invertir en torno a 50 millones de euros en el Real Zaragoza. Con esta cifra, afrontarían la compra, inyectarían capital en la tesorería del club de forma inmediata y ayudarían a edificar un proyecto deportivo competitivo. Su intención última, en este sentido, es elevar el techo de gasto de la entidad y construir una plantilla de garantías con la que aspirar a las cotas del ascenso a partir de la próxima temporada.
El techo de gasto, clave
La estimación del grupo inversor es negociar con la Liga de Fútbol Profesional un tope presupuestario de 10 millones de euros, una cifra con la que aspirar a competir con los mejores equipos de la categoría. A juicio de los responsables de Spain Football Capital es a partir de este suelo presupuestario donde empiezan a construirse los proyectos con más probabilidad estadística de ubicarse en la zona alta de la clasificación de Segunda División, en los lugares que dan derecho a disputar la promoción o, incluso, el ascenso directo.
Un riesgo que se quiere evitar a toda costa durante el actual verano es que el club aragonés vea reducido su límite de gasto en la plantilla, hasta bajar a unos 4 millones de euros. Para ello, la nueva propiedad tendrá que presentar en las próximas semanas ante la Liga de Fútbol Profesional una previsión razonable de pagos sobre 14 millones de euros. Estas son las obligaciones inaplazables del Real Zaragoza para la próxima temporada y las cuentas que deberá manejar la nueva propiedad para dar forma real a la plantilla.
Los hermanos Álvarez del Campo y Francisco Domínguez pretenden hacerse con la gestión de la mayoría accionarial de la sociedad anónima deportiva, ahora en manos de la familia Alierta. César Alierta posee el 49 por ciento de los títulos accionariales a través de la sociedad Prado de Altaoja y su sobrino, Fernando Sainz de Varanda, vicepresidente del Real Zaragoza, el 2,9 por ciento, participación que ayuda a conformar la referida mayoría de la familia Alierta.
En el verano de 2019, Alierta capitalizó préstamos participativos por valor de 1.860.492 acciones. De este modo, el capital social del histórico club pasó de 4.500.659 acciones a 6.361.151. En posición de accionistas minoritarios se encuentran la familia Yarza, Juan Forcén y Carlos Iribarren.
Esta oferta de Spain Football Capital es ahora mismo la que tiene más cuerpo, por lo avanzado de la misma y por los términos que se contemplan para los actuales propietarios y también para el futuro del Real Zaragoza. Sin embargo, todavía sigue sobre la mesa otra vía, con opciones mucho más reducidas de salir adelante y que con el discurrir de las semanas ha ido perdiendo fuerza. Se trata de una propuesta de adquisición diferente, que, al parecer, está bien considerada por la Liga de Fútbol Profesional y que contempla, además, el proyecto de remodelación o construcción del nuevo estadio de La Romareda.
