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El récord sin igual en goles de cabeza del Real Zaragoza 20-21
El 43% de los tantos del equipo aragonés este año han sido anotados con la testa, dato sin precedentes. Desde la liga 08-09, hace 13 años, no había tanta efectividad en el juego aéreo ofensivo.
El Real Zaragoza está a 11 días de concluir una liga de récord en un apartado de su juego ofensivo: los goles logrados con la cabeza. Son 13 hasta hoy, en este punto del torneo, a solo tres partidos para que la liga 2020-21 se acabe. Esta cifra se convierte en estruendosa y sorprendente cuando se observa que son 13 tantos con la testa... de 30 logrados en total, en 39 jornadas. Y eso supone el 43 por ciento del global, muy cerca de la mitad del bagaje del que es el equipo con menos pólvora de la historia.
Este porcentaje es una barbaridad jamás sucedida en 89 años de vida. Está fuera de lo normal en cualquier equipo, en cualquier categoría y época. Al fútbol se juega con los pies, mayormente. Y con esas herramientas se suelen anotar entre el 70 y el 85 por ciento de los goles en una temporada. Quedarse en el 57 por ciento es escaso. El 43 por ciento de goles con la cabeza es exagerado.
Por lo tanto, no es asunto meramente anecdótico. Al contrario, se trata de un indicio, una señal concreta de la gravedad del problema futbolístico que, con enorme y largo sufrimiento, está a punto de finalizar con el alivio de eludir el descenso y permanecer un año más en Segunda División.
Juan Ignacio Martínez ‘Jim’, el tercer entrenador de tan abrupta temporada, enseguida coligió que el equipo que heredaba de Baraja, el iniciador de la campaña, e Iván Martínez, el puente intermedio, no tenía dotes goleadoras en combinaciones, en llegadas al área con el balón sobre la hierba. Y volcó sus esfuerzos en mejorar la estrategia, las acciones a balón parado, procedentes de córneres, faltas laterales; y los centros al área desde cualquier punto en partidos obturados y sin espacios.
Y ahí ha encontrado petróleo esta plantilla roma en sus abordajes a las defensas rivales por el método más ordinario, el de los remates por bajo, con los pies. Son 13 goles por arriba: dos de Narváez (estos en la era Baraja aún); dos de Iván Azón; dos en propia puerta de sendos rivales; y uno de Igbekeme, Vigaray, Jair, Alegría, Adrián, el atípico del portero Cristian Álvarez y, el último, el sábado pasado en Las Palmas, de Sanabria. Hasta 16 puntos se pueden computar por esta vía.
Desde la liga 2008-09, aquella también en Segunda con Marcelino García Toral en el banquillo y el último ascenso hasta hoy, estos 13 goles con la frente componen la mejor temporada en esta faceta. Aquella vez el Zaragoza marcó 19, pero fue dentro de un año prolífico, con 80 goles en total (los cabezazos con éxito fueron el 24%).
Desde ese punto, hace 13 ligas, la destreza de los distintos equipos zaragocistas ha sido, en general, escasa. Años de solo cinco dianas por arriba. A lo sumo, 10. Porcentajes menores, del 8, el 10, el 11 o el 14% del total del curso.
Este es un año paradigmático. Del descenso, de la catástrofe, se saldrá, entre otras cosas y por encima de muchas más, gracias a los goles de cabeza. Es obvio.
