PARTIDO A LAS 21.00

Media vida en juego para el Real Zaragoza en Logroño

El Zaragoza visita a un deprimido Logroñés sabedor de que una victoria es un paso clave para la salvación. Jim recupera a Francés tras su sanción y también, para el once inicial, a Francho

Partido entre el Real Zaragoza y el Logroñés en La Romareda
Foto de archivo de Francés en el partido entre el Real Zaragoza y el Logroñés en La Romareda
José Miguel Marco | Toni Galán

Es un día que, cuando la liga concluya y se mire hacia atrás, puede quedar marcado como fecha clave, bien del éxito de lograr la permanencia en Segunda División -objetivo mejor para el Real Zaragoza a estas alturas de la pesadilla de liga 20-21-, o bien del fracaso de haberse caído a Segunda B de manera tan histórica como catastrófica. Este es el valor real del duelo en el Nuevo Las Gaunas entre la UD Logroñés y el Real Zaragoza. Algo de profundísimo calado para unos y otros, ambos metidos en la desagradable y ardua tarea de huir del cataclismo que supone quedarse en una de las cuatro últimas plazas de la clasificación, las que llevan al infierno el 31 de mayo, fecha cada vez más cercana.

El Zaragoza parte en esta batalla por la vida con 33 puntos. El Logroñés, con 31. Son los primeros del pelotón de los torpes. Los aragoneses vienen, eso sí, en una racha larga de predominio creciente. Por el contrario, los riojanos no levantan cabeza desde hace un trimestre y su dinámica es de campanas que tañen a difunto. En noviembre, cuando el equipo aragonés era último, colista, los de Logroño andaban entre la séptima y la décima posición, soñando en su debut en el fútbol profesional con hacer un año de ensueño. Así de voluble e inescrutable es esta Segunda División de nuestros padecimientos. Una caja de bombas en cada esquina. Una montaña rusa.

Semejante duelo de alto voltaje se va a celebrar en el escenario asumido del fútbol de mentira. Esta vez, el encuentro de Zaragoza y Logroño, al contrario que siempre ocurrió en tiempos pretéritos, no será sinónimo de fiesta, de desplazamiento masivo, de ambientazo, de lleno en las gradas, de trenes especiales, de hermandad. Aquí, ahora, no viaja nadie. Esto es fútbol de plató, de vacío y postizo. En la capital riojana, en verdad, no están disfrutando de su retorno, casi 20 años después, al fútbol grande tras la desaparición del viejo CD Logroñés. Solo por la tele.

Porque el Logroñés del presente en Segunda, la UD, es uno de los varios herederos que nacieron en 2008 a la liquidación del histórico. Una entidad joven que ha permitido al nuevo estadio de Las Gaunas a estrenarse en la semi élite. El viejo Las Gaunas es pasado, leyenda, ahora acoge un parque y una urbanización de pisos, al otro lado de la autopista respecto del moderno. Son muchas las lecciones que emanan desde Logroño hacia Zaragoza en la actual situación global que vive el club aragonés. Para analizarlas con lupa y sacar conclusiones. Enciclopédicas.

Los rojiblancos no han destituido a su entrenador, Sergio Rodríguez -el que los ascendió en agosto- por respeto a su valor en el pasado reciente y porque su modestia la tienen asumida sin complejos. Tienden a aguantar lo que venga, aunque sea tan malo como esa serie de 12 derrotas en los últimos 18 partidos jugados por ellos, con solo un triunfo desde el final de noviembre. Hoy, además, el Logroñés tiene las bajas por lesión de Santamaría, Errasti, Pacheco, Gorka y el aragonés Clemente, que no hubiese jugado esta noche de ningún modo por la cláusula del miedo, pues está cedido por el Real Zaragoza. También falta Sierra, por acumulación de amonestaciones. Y el polaco Bogusz, con su selección nacional. Siete piezas importantes, un lastre serio.

En el Real Zaragoza, Juan Ignacio Martínez recupera a Francés y, para la titularidad, también a Francho. Dos chicos con hechuras de juveniles que se han erigido en imprescindibles. Definición de este extraño curso de fichajes estrella fallidos. El reto es superlativo.

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