Huele la liga a su fin y todos los apurados en la zona baja, como cada año, empiezan a sacar fuerzas de flaqueza, las que origina la sensación de desahucio, de ruina societaria, de fracaso estrepitoso. Ahí, entre los histéricos y afectados por el frenesí del vértigo, está alistado este año, lamentablemente, el Real Zaragoza.

En las últimas dos jornadas ya se observa la tendencia de este paquete de equipos, tocados de ala cada uno en su medida y condición, a arañar puntos por cualquier resquicio. En este último fin de semana, el de la jornada 30 que hoy concluye, el sábado lo hizo el Sabadell, con un meritorio 1-1 obtenido ante el Sporting de Gijón. Anoche lo hizo el Castellón, igualando 0-0 en Lugo(marcador no del todo malo para los intereses del Zaragoza, pues los lucenses están en la sala de espera del suplicio). Por fortuna, falló el Logroñés, que recibió una señora goleada en Barcelona a pies del Espanyol(4-0). Y también patinó el Alcorcón, que cayó en casa ante sus vecinos del Rayo Vallecano por 0-3.

El selector del calendario de La Liga ha guardado para hoy lunes un doblete de partidos en los que participan los restantes integrantes de este pelotón de los torpes. A las 19.00, justo por delante de la cita del Real Zaragoza, se enfrentan en el Carlos Belmonte el Albacete y el Cartagena. Y a las 21.00, llega el turno de los zaragocistas, ante elMirandés en La Romareda.

Por ahora, los de Juan Ignacio Martínez ‘Jim’ han evitado, merced a la confluencia de estos marcadores ya escriturados por parte de los demás, no empezar su partido de la velada de hoy ante los burgaleses en el electrificado puesto de descenso (de la 19ª a la 22ª plaza) que tanto aprieta ya en días de primavera. Pero esto es mera anécdota. Porque, lo cierto, lo que asusta, es que el lío ahí abajo es morrocotudo. Esto va camino de foto ‘finish’.

El Real Zaragoza arrancará su complicado duelo ante el Mirandés con 30 puntos. Uno menos que el Logroñes (31), los mismos que el Castellón y el Alcorcón. Dos más que el Sabadell (28). Y falta saber con qué referencias respecto de Albacete y Cartagena. Los manchegos partirán esta tarde con 26 (colistas, con cuatro menos que los aragoneses), y los murcianos con 29 (solo uno menos, por lo que pueden sobrepasar a los de Jim eventualmente). En definitiva, que los blanquillos, como está ya asumido hace días, juegan en lo sucesivo sin red, a un pelo de caerse al precipicio si no aguantan el equilibrio de aquí al 31 de mayo. Son dos meses de miedo los que se vienen encima.

Después del varapalo de la pasada estación liguera, aquel de Vallecas en el que el Rayo derrotó a los zaragocistas por 3-2 remontando el 0-2 inicial de los de Jim, hoy llega una cita fundamental para reparar daños, tanto en lo material –puntos, clasificación– como en lo mental. No cabe otro yerro encadenado pues el Real Zaragoza se ha quedado sin apenas margen para más fallos, sobre todo en partidos como el de hoy, donde en frente no estará uno de los grandes, que esos vendrán todos en fila al final del torneo.

Y no es que el Mirandés sea un rival sencillo. Pero es de los ganables, a priori. Son octavos los burgaleses, la revelación del curso. Un equipo alegre, joven, descarado, sin presión. Pero a este Zaragoza, hoy sin Francés -sancionado- y sin Igbekeme –lesionado– se le supone el valor de sacar adelante esta encomienda. No queda otra.