Real Zaragoza: a cada línea, un refuerzo
Las intenciones de Miguel Torrecilla, director deportivo del Real Zaragoza, y de Juan Ignacio Martínez, entrenador, para este mercado de invierno han quedado definitivamente establecidas. Pretenden un refuerzo por línea. Álex Alegría, para la vanguardia. Mathieu Peybernes, para la defensa. Sanabria, para el centro del campo. El plan previsto invita a suponer que con estas tres incorporaciones aumentarán las prestaciones de la plantilla, la competencia interna y, a la postre, el rendimiento del equipo sobre el terreno de juego.
A partir de aquí, comenzó ayer el trabajo de despacho de los ejecutivos del club aragonés ante la Liga de Fútbol Profesional (LFP), institución que el pasado viernes impidió la inscripción del francés Peybernes, quien, en consecuencia, no pudo debutar frente al Albacete, en el estadio Carlos Belmonte.
La comisión de control económico de la Liga ha exigido al Real Zaragoza mayor soporte documental sobre los nuevos ingresos que el club va a percibir, en concepto sobre todo de patrocinios. Demanda la LFP, en definitiva, la justificación necesaria para incrementar el techo de gasto, esa limitante barrera invisible.
En el seno del Real Zaragoza, a esta cuestión se le mira con cierta tranquilidad, sin gran preocupación, en la seguridad de que finalmente no sólo será inscrito Mathieu Peybernes, que ya está en la capital aragonesa desde la pasada semana, sino también Sanabria, negociación que se aceleró en la tarde del domingo.
Desde un punto de vista puramente deportivo, al equipo de Juan Ignacio Martínez le convienen estos refuerzos, por una diversidad de razones, como el problema que padecemos con la notable falta de gol.
La clasificación también ha vuelto a avisar. Regresa el Real Zaragoza a los puestos más comprometidos de la tabla después de estrellar cuatro balones contra los palos en el encuentro disputado en Albacete.
