Segundos... y candidatos a todo
El Real Zaragoza regresa al sillón del ascenso directo y manda un rotundo mensaje a sus rivales.
El Real Zaragoza ganó el partido que tenía que ganar. Ante un rival directo y en un campo complicado, adverso y plagado de minas. En un escenario para valientes. El 1-2 en el Martínez Valero no es un marcador cualquiera: es un resultado de esos que ayudan a un equipo a traspasar la frontera entre ser uno más en la zona alta y ser el -con mayúsculas, en negrita y subyarado- rival de la zona alta. Un matiz importante. Diferencial. Y es que el Real Zaragoza ya es, por derecho propio y puntuación, el segundo mejor equipo de la liga. Sí, sí, ya es segundo. Está en ascenso directo. En solitario y con un partido menos que el resto de competidores de la categoría, el que disputará este próximo miércoles en Anduva frente al Mirandés (21.00). Otro partido, desde luego, para valientes.
Venciendo en Elche, el Real Zaragoza, además de sentarse en el sillón del ascenso directo por primera vez en cinco meses -ya fue segundo en septiembre de la tercera a la quinta jornada-, le mandó un rotundo mensaje al resto de competidores por el ascenso. Al Cádiz, al Almería, al Huesca, al Girona... Les recordó a todos ellos que esta temporada aspira a todo, sin límites. Aspira a subir a Primera División por la puerta grande y es un candidato de verdad a hacerlo. Ya van 27 encuentros disputados por los aragoneses -uno menos que el resto-, con un sobresaliente bagaje de 13 triunfos, ocho empates y seis derrotas. Números que proyectan un ascenso y que se sostienen sobre los 38 goles que ya ha anotado -el segundo que más, solo superado por el líder Cádiz- y los 26 que ha recibido -el tercero que menos, un guarismo solo mejorado por el propio Cádiz y el Málaga-. Si el Real Zaragoza está en ascenso directo hoy, no es desde luego por casualidad. Su fútbol y su registro competitivo son sus mejores avales.
Un traje para cada domingo
Víctor Fernández ha edificado un equipo que sabe exactamente qué partido tiene que disputar en cada campo. Cuál es el traje con el que tiene que vestirse cada domingo. Unos días le toca dominar el balón, otros jugar a la contra, otros defender... Este sábado por la noche, por ejemplo, aprovechó en el momento oportuno las concesiones del Elche y el notable momento de forma de Soro y Puado para adelantarse en el marcador. Se repuso rápido del empate con la versión más voraz del bisonte Suárez y después, cuando el encuentro pedía sostener el marcador, se convirtió en una roca indescifrable para los ilicitanos. Apenas sufrió en dos o tres centros laterales. El triunfo, que le dispara en la tabla, estuvo siempre bajo control. Es tiempo de soñar, motivos hay para hacerlo con este equipo.
