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Víctor Fernández quiere 2 fichajes más para consumar su "reconstrucción masiva"

El entrenador del Real Zaragoza aguarda con ansia las salidas de Verdasca y Pombo para que el club pueda moverse en la recta final del mercado en la contratación de un delantero experto y, si es posible, una pieza polivalente en la media y la defensa.

Víctor Fernández, este sábado en la banda de La Romareda en el partido inaugural de la liga ante el Tenerife.
Víctor Fernández, este pasado sábado en la banda de La Romareda durante el partido inaugural de la liga ante el Tenerife.
José Miguel Marco

Víctor Fernández aún va a pelear por dos fichajes más en los últimos 15 días de mercado estival. El entrenador del Real Zaragoza aguarda con ansia la resolución de las dos salidas cantadas, programadas y anunciadas abiertamente por el club desde junio y que a estas alturas, ya con la liga empezada, se han quedado enganchadas, sin rematarse: las del central Verdasca y el mediapunta Pombo. Cuando eso tenga lugar y la entidad blanquilla pueda resetear la nueva situación salarial de su vestuario, el técnico del barrio Oliver aspira a rematar su vestuario con dos piezas que él considera de alto valor para los 10 meses de temporada que aguardan.

A Víctor le gustaría contar con un delantero experto, tanto en edad como en trayectoria en equipos importantes, en el reparto del equipo. Y, a ser posible, si la moneda se puede estirar de algún modo, también con un jugador polivalente, que sea capaz de jugar bien en la media, o bien en la defensa (este rol lo iba a desempeñar, si hubiera salido de cara la gestión no consumada, Nolaskoain, que finalmente se fue al Deportivo de La Coruña la pasada semana tras un verano entero de incertidumbre). 

Fernández repite cada vez que puede que "está muy contento con el trabajo de remodelación de la plantilla" que se ha hecho hasta ahora desde el club, con la única queja, que él mismo hizo visible y sonora, del traspaso a Dinamarca de Pep Biel. Víctor remarca en sus ruedas de prensa últimas que "ha habido mucha coherencia, mucho sentido común en la configuración del nuevo plantel" para este curso 2019-20. Pero su aspiración es ampliar el espectro de herramientas humanas con dos diferentes a lo que posee ahora en la caseta. En el fondo, subyace su aviso de hace dos meses: «hay que hacer una reconstrucción masiva del equipo», sugirió sin tapujos.

El viernes pasado, justo antes de jugar ante el Tenerife en el debut liguero, Fernández fue claro en su idea públicamente. "Si son dos, mejor que uno. Aunque con uno me conformo", dijo cuando citó los refuerzos que espera. Y, en referencia al jugador que aguarda en la zona de los goles, dio más detalles (encriptados): "Lo que estoy buscando... lo que estamos buscando, perdón, es algo muy, muy especial", expuso en modo enigma.

Arriba, en punta, los dos fichajes nuevos, el colombiano Luis Suárez (primer goleador de la liga) y el ghanés Dwamena son dos apuestas jóvenes y con corta carrera en el profesionalismo de élite. El sudamericano tiene apenas 21 años, por 23 el africano. Tienen todo el hambre de triunfo del mundo, pero carecen del poso que, en determinados partidos y situaciones, puede aportar un senior con galones en punta. 

Ahora, el tercer delantero es el aragonés Linares, que cumplirá los 37 años en nada, el 30 de septiembre. Un ariete llegado en enero del desaparecido Reus como apoyo de urgencia a la desesperada, con el equipo en zona de descenso a Segunda B y sin dinero útil para aspirar a fichajes de mayor relieve (el otro apoyo que se pudo lograr fue Dorado, de la misma edad, que llegó sin jugar apenas en el Rayo Vallecano y que ahora está en el Ejea, en Segunda B). Linares tiene, obviamente, toda la experiencia posible. Pero no en el ras competitivo al que quiere llevar ese puesto Víctor Fernández

En el otro caso, Víctor observa por un lado la situación de Zapater, baja indefinida por sus problemas de rodilla y prácticamente difuminado a estas alturas para el alto nivel que desea el entrenador. A la par, el fichaje del Bikoro -llegado antes de su continuidad del Teruel, ahora en Tercera- no redondea sus aspiraciones para la medular. Aún no se ha hecho oficial si el ecuatoguineano se queda o, como era intención de Fernández en un principio, sale cedido a un Segunda B. O sea, que la zona central tiene puntos a mejorar. 

Y, si ese jugador que pudiera venir fuese adaptable también atrás, a la flota de centrales le vendría de maravilla un puntal con buenas credenciales. Y es que la liga ha arrancado con pinzas en ese puesto: Grippo y Clemente (inédito en el primer equipo el joven canterano, que es una apuesta hoy en día) vienen de un año casi en blanco por sendas roturas de rodilla, con 9 y 10 meses de duras rehabilitaciones. Y Guitián se ha quedado sin pretemporada por una inoportuna apendicitis y tardará un tiempo en estar en buena onda. Añadir ahí un futbolista de uso inmediato y relativa veteranía sería la guinda para las aspiraciones de Víctor Fernández. 

Se trata de intentar cuadrar los números en el movimiento de jugadores aún pendiente –o susceptible de ser reubicado– en el mercado: Verdasca, Pombo, tal vez Linares, quizá Bikoro... y puede que alguna nueva ‘salida indeseada’, con Igbekeme siempre en el escaparate.

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