"Puede venir una sorpresa": Víctor pide abrir una ventana económica para un fichaje de nivel

Víctor Fernández abrió este viernes, con delicadeza, una puerta a la ilusión de que el Real Zaragoza pueda contar con un fichaje de nivel importante en los próximos días de pretemporada, según avance el verano en el denso mercado nacional. El entrenador zaragocista, en su rueda de prensa de puesta de largo de la pretemporada, trufó su discurso con un apartado que no pasó desapercibido por su focalización directa en un nicho de las transacciones de futbolistas al que el club no ha acudido hace tiempo con intención, fruto de sus consabidos problemas económicos heredados de un pernicioso pasado con la anterior propiedad. 

"Hay un efecto dominó con los equipos de Primera División, que tienen una gran capacidad económica y que están acumulando muchos jugadores. Y todos no pueden jugar. Y les van a sobrar y los sacarán. Así que hay muchos futbolistas que hoy no quieren jugar en Segunda División pero que, dentro de un mes, se van a encontrar con la obligación de aceptar una oferta de Segunda", describió Víctor con nitidez, hablando en abstracto, sin matizar más los terrenos por donde se está moviendo el Real Zaragoza hoy en día. Pero, obviamente, de los fichajes que restan por hacerse, al club blanquillo le falta por culminar la contratación de un delantero centro goleador y de un medio centro de perfil consistente y potencial defensivo. 

"Creo que nos tenemos que dejar una ventanita abierta. La dirección general (Luis Carlos Cuartero) está haciendo malabarismos para encajar bien las cifras dentro del límite salarial y no pasarnos. Y hay que tener una ventana para algo que puede venir y que puede ser una sorpresa", especificó un poco más Fernández, citando al elemento más activo en los despachos en las últimas semanas de remodelación de la plantilla.

Víctor expuso sin rodeos sus anhelos en este sentido. "Podemos encontrarnos en esta pretemporada con alguna sorpresa positiva", anunció para el buen manejo de todo el mundo. Ahí queda ese guiño.