Zapater y Pombo, apercibidos de sanción por tarjetas amarillas

Camino de la tercera jornada de la segunda vuelta de la liga, dos jugadores del Real Zaragoza están apercibidos de sanción por acumulación de 5 tarjetas amarillas: Zapater, que la vio este viernes pasado ante el Oviedo, y Pombo. Resulta llamativo que, a estas avanzadas alturas del torneo, ya atravesado el ecuador del mismo, solo otros dos futbolistas hayan completado el ciclo sancionador: los centrales Grippo y Verdasca. Nadie más. 

Lo que, en sí mismo, es una buena noticia por la escasez de incidencias forzadas que genera este aspecto a los entrenadores de turno, supone también un dibujo evidente del perfil del equipo en su puesta en escena sobre el campo. El Real Zaragoza 2018-19 no es un equipo brusco, no sobresale por su dureza ni su fútbol áspero que reclame castigos disciplinarios de los árbitros. Una idiosincrasia que tiene haz y envés, una doble lectura válida en cada caso. Es bueno, por un lado, que el Zaragoza apueste por el juego creativo como punto de partida, que sus piezas busquen y destaquen más por el intento de obtener un fútbol ágil y aseado en cada partido. Pero, por otra parte, mucho más observando las dificultades clasificatorias que se viven desde octubre, tal vez pueda echarse en falta más aplicación de índole defensiva en muchos días de máxima exigencia.

En los primeros 10 partidos, aún con Idiakez, los dos centrales, Grippo y Verdasca, sí sobresalieron por sus acciones al límite. El suizo vio las 5 amarillas en 9 jornadas y, tras ser sancionado en el duelo de Soria ante el Numancia (derrota por 1-0), debió ver desde la grada por castigo el del Tenerife en La Romareda. En ese fatídico día para Idiakez (fue despedido a su conclusión, tras el 1-1 postrero), fue Verdasca el que alcanzó las 4 cartulinas admonitorias. El luso cayó con la quinta mucho más adelante, ante el Extremadura, justo en el estreno de Víctor Fernández en el banquillo, por lo que su castigo lo purgó en Gijón ante el Sporting.

El resto, han ido recolectando las amonestaciones gota a gota, sin que nadie se haya cargado en demasía durante semanas y semanas de partidos. Este viernes ante el Oviedo, cuando Zapater vio la cuarta por protestar a Figueroa Vázquez, se reparó en que únicamente Pombo anda también en capilla de ser sancionado por el Comité de Competición en cuanto vea una nueva tarjeta. El '8' zaragozano está así desde el día del Mallorca en La Romareda (2-2), en los albores de la era Alcaraz.

El listado de tarjetas rojas también habla por sí solo en el mismo sentido. Solo ha habido un jugador del Real Zaragoza expulsado hasta ahora: Benito, por doble amarilla, el día que el Granada visitó La Romareda, en la 12ª jornada, hecho que aconteció en el minuto 43. Solo esos 47 minutos ha estado en inferioridad numérica por ahora el cuadro aragonés. Algo inusual, que tiene, una vez más, su lectura con luces y su revés con sombras por lo que denuncia de la posible candidez del grupo en días donde hay mucho en juego.

Esta lenta cosecha de tarjetas, que tiene su punto positivo en que, hasta ahora, apenas ha afectado a los planes del entrenador, augura no obstante, por pura experiencia y sentido común, tiempos futuros no demasiado lejanos en los que los castigos llegarán en cascada por el propio devenir de los acontecimientos día a día.

Así pues, antes de acometer el partido de la 24ª jornada en Las Palmas, el plantel del Real Zaragoza transita con estas tarjetas en sus respectivas alforjas:

Con 4 amarillas: Zapater y Pombo.

Con 3 amarillas: Benito, Javi Ros y Nieto.

Con 2 amarillas: Cristian Álvarez, Lasure, Igbekeme, Eguaras, M. Gual, Delmás, Álex Muñoz, Aguirre y Perone (ya fuera del equipo).

Con 1 amarilla: Álvaro Vázquez, Soro, Papunashvili, Guitián, Ratón, Raí Nascimento y Buff (ya fuera del equipo).

Sin tarjetas: Raúl Guti, Verdasca (tras cumplir el primer ciclo de 5), Grippo (tras cumplir el primer ciclo de 5), P. Biel, Medina (ya fuera del equipo) y Toquero (inédito por lesión).