Víctor Fernández habló con la prensa aragonesa antes de partir a las 15.30 por carretera rumbo a Madrid para jugar ante el Rayo Majadahonda este sábado a las 18.00 en el campo del Cerro del Espino, lugar inédito en la historia zaragocista. El técnico aragonés describió sin subterfugios la gran envergadura que tiene para las aspiraciones zaragocistas de salir del atolladero de la parte baja de la clasificación este novedoso duelo ante el modesto club de la periferia madrileña.

"Es un partido importante porque nos enfrentamos a un rival que está en la misma posición que nosotros, con los mismos puntos. Llevan una buena dinámica de juego, es uno de los equipos que más propone en cuanto a juego de toda la Segunda División. Arriesgan, combinan, hacen una presión alta, no especulan, son valientes, no regalan la pelota, tienen fútbol asociativo...", comenzó señalando Fernández respecto de su previsión de tal choque futbolístico, el que inaugura la segunda vuelta de la liga.

El Real Zaragoza y el Rayo Majadahonda van de la mano en la tabla, con 22 puntos, asomados al abismo, del que les separa solo uno. Y este factor, ya cuando la competición empieza su larga cuenta atrás, aporta una relevancia mayor a todo lo vivido hasta este momento, que se disputaba en un ámbito más abstracto. "Somos dos equipos necesitados de sumar, porque estamos iguales. El factor campo no va a condicionar la búsqueda del triunfo para ninguno de los dos. Nosotros, desde luego, tenemos muy clara la idea de que tenemos que salir a ganar. A ver hasta dónde nos alcanza", anticipó Víctor, cuyo mandato a sus jugadores ha sido, durante la semana, la mentalización de que solo sirve sumar de tres en tres y no cabe especular con los empates cuando el déficit de puntos es tan serio como el que sufre el Real Zaragoza en estos momentos.

Víctor Fernández no ha escondido la trascendencia de esta visita a Majadahonda, por atípica y rara que parezca tal aseveración en un contexto histórico que, en el presente más rabioso, nada cuenta. "Es un partido de riesgo, porque los dos estamos en situación delicada. Es un día de alta tensión y responsabilidad", dijo escueta y claramente el técnico zaragozano.

Sobre las dimensiones del campo, de hechuras menores y envoltorio fuera de lo ordinario en el fútbol profesional, y el anunciado mal estado del césped, Víctor no quiso asirse a ninguna excusa preliminar. "El campo va a ser para los dos igual porque los dos jugamos a lo mismo. Si está mal, nos perjudica a los dos por igual", dijo de antemano al respecto.