Las cosas no se dicen. Las cosas se hacen. Y cuando se hacen, quedan dichas. Lucas Alcaraz, hombre muy dado a aquilatar la dicción en sus declaraciones, no aportó demasiada literatura a un resultado que en sí mismo constituía el resumen sintético de la reunión de este domingo en La Romareda (0-0). "Cuando no se gana de forma reiterada, las palabras explican poco", decidió comenzar Alcaraz en su comparecencia tras la pírrica igualada.

Tras la aclaración pertinente, valoró el careo, e incluso halló motivos para el optimismo. "He visto al equipo más intenso, más compacto. Hubo una fase del encuentro en que estuvimos cerca de adelantarnos. Luego tomamos malas decisiones en los 25 metros finales, y nos costó en los últimos 10 minutos", continuó, para después auditar la situación. "Seguimos en deuda con la afición. No es un año fácil. Tenemos que estar fuertes y tener convencimiento para seguir creciendo y sumando. Si hubiéramos ganado 1-0, a todos nos habría parecido bien", aclaró.

Pese a la vulnerabilidad mostrada por el rival como visitante en lo que llevamos de curso, Alcaraz prefirió realizar una lectura positiva. "Ahora nos cuesta. Para tener futuro, tenemos que construir el equipo. Pienso que estuvimos cerca de ganar. También hubo cinco o seis centros al área con peligro, aunque los pusimos mal. Hemos llegado arriba para hacer gol", insistió.

Al ser interrogado sobre la posibilidad de su dimisión, Alcaraz contestó con decisión. "Me mantengo fuerte, tengo muchas ganas de hacerlo bien. No tengo la más mínima duda de salir adelante. Hoy -por este domingo- no vi al equipo bloqueado. Ha habido intensidad, voluntad y convencimiento", retieró el técnico.

Las glosas finales estuvieron dedicadas a la nueva estructura táctica (1-4-4-2). "La parte de atrás ha estado bien. Se ha logrado mantener la portería a cero. Raúl Guti también ha sido una de las notas positivas del partido", concluyó el entrenador del Real Zaragoza.

A Cristóbal Emilio Torres Ruiz, ‘Curro Torres’, responsable técnico del Córdoba, le supo a gloria el punto capturado en La Romareda. "Tuvimos una ocasión y bastantes llegadas. Pudimos marcar, pero decidimos mal en los metros finales", explicó Curro Torres.

En la tasación del partido y de su propio equipo, el entrenador subrayó cómo afrontó el Córdoba los instantes finales del encuentro. "Estoy muy contento porque acabamos en el campo del rival, atacando, y mi equipo fue a por los tres puntos. Todo eso es muy de valorar", continuó, para enfatizar después la entidad del rival que tenía este domingo enfrente el Córdoba, el Real Zaragoza. "El partido, desde todos los puntos de vista, era muy difícil para nosotros, pues era ante un gran equipo. El Zaragoza es un gran club, con una muy buena plantilla en Segunda División. Seguro que va a salir adelante", concluyó el entrenador del club califal.