Un 'play off' a precio de lujo

 La derrota de Vallecas no altera la potente dinámica del Zaragoza en la segunda vuelta ni debilita su papel de candidato, aunque sí comienza a acotar la realidad de los objetivos en este tramo final de temporada. El ascenso directo se ha puesto ya a precio de milagro. Los nueve puntos de desventaja con Sporting de Gijón y Rayo Vallecano constituyen una brecha imposible, tan abrupta que ni siquiera un pleno de victorias en las siete jornadas restantes sería garantía de nada. Al Zaragoza, pues, le toca pasar una página y centrarse en la siguiente: la promoción. Ahora no hay meta más definida y practicable que esa. Lo es por números, por la situación clasificatoria, pero sobre todo por momento. El Zaragoza, restando a los dos primeros, es el equipo en mejor forma de todos los aspirantes. En este sentido, tiene en su mano la consecución de una de las cuatro plazas que deberán jugarse el ascenso por la circunvalación del ‘play off’.

Con 55 puntos, el Zaragoza es séptimo, aunque a solo dos puntos de la cuarta posición. Está, como se suele decir, en plena pomada. Por delante le quedan siete jornadas con las que recuperar terreno entre los seis primeros y asegurarlo. Los cálculos, pronósticos y estimaciones van definiéndose y la proyección de la sexta plaza se ubica, ahora mismo, entre los 67 y los 69 puntos, una horquilla con un factor corrector de dos puntos. En función de los duelos directos -muchos aún pendientes- ser irá definiendo a la baja o a la alta, pero, por ejemplo, en el vestuario del Real Zaragoza es la cifra en la que se presupone se pondrá el precio final a una plaza para la promoción. La cantidad de equipos implicados en la pelea y los pocos puntos que han sumado los dos últimos clasificados han provocado que esta temporada la cuota del play off se haya disparado. Durante la primera vuelta, la proyección de la sexta plaza a final de temporada era de 68 puntos -con 34 puntos alcanzó el ecuador el Granada, sexto en la jornada 21-. En la segunda vuelta, esa estimación se ha reducido ligeramente, y ahora, se ubica en 67 puntos. De ahí que las predicciones más sólidas apunte a un máximo de 69 puntos y un mínimo de 67.

Por lo tanto, el Zaragoza precisaría entre 12 y 14 puntos más en la siete jornadas que le restan. Eso equivale a, al menos, cuatro victorias más. Es decir, con fortalecerse y no dejar escapar ningún punto más en sus encuentros en La Romareda podría valerle. En casa le quedan Almería, Sporting y dos jornadas consecutivas, frente a Albacete y Valladolid. Fuera, las visitas pendientes son a Reus, Cádiz y Barcelona B. Por calendario -los duelos contra Sporting y Cádiz son los más exigentes desde el punto de vista de la clasificación- y dinámica, el Zaragoza está en disposición de sumar esos 12-14 puntos que le eleven a los puesto de promoción. Finalizar tercero o sexto -o séptimo-, tal y como se intuye por las proyecciones y equipos implicados, puede depender de muy poca diferencia. En este sentido, los ‘goal averages’ pueden ser determinantes. El Zaragoza, de momento, se lo tiene ganado a Numancia, Oviedo, Osasuna y Lugo, lo tiene empatado con Tenerife, y perdido con Granada y Huesca.

Por su parte, la proyección actual sitúa el ascenso directo entre 77 y 79 puntos, fuera del alcance del Real Zaragoza.

La promoción se encarece

El Zaragoza aspira a un puesto en una promoción con la puntuación más cara desde 2012, cuando el Córdoba necesitó 71 puntos para ser sexto y el Almería, con 70, se quedó fuera. Desde la instauración del actual formato de dos ascensos directos y promoción con cuatro equipos en el curso 2010-2011, solo esa vez el ‘play off’ ha estado por encima de los 67 puntos. Este año, por lo tanto, cotiza como bien de lujo. A medida que la Segunda se ha regulado por los controles económicos de la liga, se han acortado las distancias entre clubes, lo que ha repercutido principalmente en que cada año vaya menguando la diferencia entre la zona de ascenso directo y la promoción. El año que más barato estuvo el sexto puesto fue el año que el Zaragoza perdió el ascenso en la final de Las Palmas, con Popovic en el banquillo. Bastaron 61 puntos porque los cinco primeros clasificados sumaron mucho: el quinto se fue a 72 puntos.