Visita en pocas horas La Romareda el Barcelona B. El filial del FC Barcelona. Una circunstancia anómala durante décadas para el Real Zaragoza este hecho de jugar partidos de liga contra equipos B, filiales, vinculados. Pero que ya es un hábito desde el último descenso, pues ha sido común ver por el estadio municipal a los chavales promesas, no solo del club culé, sino del Real Madrid, el Athletic de Bilbao o el Sevilla, que repetirá este año en la segunda vuelta. El Barça B es un recién ascendido de Segunda B, pues hace tres campañas se fue al pozo inesperadamente (los azulgranas desean tener siempre a su filial en la categoría de plata) y le costó recuperar su sitio en el paquete de 42 que componen en fútbol profesional español.

Para no volver a patinar, la directiva que preside Bartomeu decidió fichar a golpe de talonario varios fichajes de chicos que, siendo aún jóvenes, aportan veteranía a la camada de promesas juveniles de la entidad de La Masía. Son los casos del exzaragocista Ruiz de Galarreta (también ex del Athletic, Mirandés, Leganés o Numancia), de Lozano (ex del Tenerife), de Jose Arnáiz (ex del Valladolid) o del central Costas (ex del Celta, Mallorca u Oviedo). Ahora, en enero, tienen la previsión de incorporar a Pozo (del Almería, ex del Manchester City) y tal vez a Rivera (del Eibar).

Pero, no es el presente lo que más sorprende cuando se analiza este tipo de enfrentamientos del Real Zaragoza con los filiales. Lo más sugerente es mirar atrás. El pasado. Se trata de la observación retrospectiva de quiénes eran los muchachos del, en este caso, Barcelona B que jugaron en La Romareda en los tiempos pretéritos recientes. Y, de este modo, calibrar la evolución de aquellos cachorros que aspiraban a la cima y ver cuál ha sido su trayectoria hasta hoy.

El Barcelona B pisó La Romareda por primera vez en la campaña del reestreno zaragocista en Segunda. Era el 2 de febrero de 2014, con Paco Herrera en su recta final como técnico blanquillo y Eusebio Sacristán (afincado con éxito hace días en la Real Sociedad) dirigiendo a los jóvenes azulgranas, que ganaron 0-2 con tantos de Denis Suárez y Adama Traoré. Y repitió visita el año siguiente, el 7 de febrero de 2015, casi 365 días clavados después, esta vez con goleada a favor de los aragoneses, por 4-0, obrada con tantos de Borja Bastón (2), Pedro y Álamo. El técnico local era Ranko Popovic, en su arranque hacia la promoción de ascenso, mientras que Eusebio continuaba en el banquillo catalán.

De los jugadores del Barça B que protagonizaron aquellos episodios, el único que se ha asentado en el primer equipo del Barcelona es el extremo Denis Suárez, que ha llegado a ser internacional absoluto en este tiempo con España. Antes, también anduvo en la primera plantilla del Camp Nou el hispano-marroquí Munir, también con un entorchado internacional con la absoluta española y ahora jugador del Alavés, tras un paso por el Milan italiano.

Otros que han triunfado desde entonces, aunque haya tenido que ser lejos de Can Barça, son el punta Adama Traoré, hoy jugador del Middlesbrough inglés tras pasar por el Aston Villa, también en la Premier League. O el ariete Sandro, que fue uno de los goleadores de la Liga española el año pasado en el Málaga y se marchó traspasado en verano al Everton de Inglaterra.

También encontraron acomodo en equipos de cierto nivel en Europa el lateral Patric (Lazio de Italia), Grimaldo (Benfica portugués) o el central Edgar Ié (en el Lille francés). En su día, Babunski se fue al Estrella Roja de Belgrado, a su país Serbia, aunque ahora esté ya por Japón (en el Yokohama Marinos) en el ámbito de los grandes contratos económicos en ligas menores.

Actualmente, en España se puede ver a muchos de ellos. En Primera, en el Celta está el central Sergi Gómez. En Las Palmas, los centrocampistas Samper y Halilovic (internacional A con Croacia). En Girona, Planas y el portero Suárez. Y en el Leganés está el pivote Gumbau.

En Segunda, tras un tiempo de pasos más altos, se halla Espinosa (en el Granada, tras pasar por Villarreal, Levante, Elche y Almería). En el Valladolid recaló hace seis meses el portero Masip, tras ser eterno suplente en la primera plantilla del Barcelona como comodín de los guardametas de pedrigrí, Ter Stegen y Cillesen. En el Nástic de Tarragona encontramos al delantero Dongou, ex del Zaragoza. El también  exzaragocista Edu Bedia está jugando en el Goa de India y antes de su paso por Zaragoza lo hizo en el Oviedo.

Los que menos han recorrido desde que jugaron como culés en La Romareda son el defensa Robert Costa, actualmente en el Celta B de Segunda B) y otro reciente zaragocista, el zaguero Bagnack, que acabó fichando por el modesto Admira Wacker Modling de Austria, liga de tercer nivel en Europa.

El único que sigue en las filas del filial barcelonista ahora mismo es el centrocampista Cámara.

Esta es la historia de los segundos equipos de los clubes grandes. Esas rarezas que, como rivales en liga, el Real Zaragoza ha comenzado a hacer habituales cada año desde su descenso a Segunda. Unos adversarios que, como se ve, juegan a otra cosa en la jungla de plata. Son plataformas de lanzamiento, escaparates de joyas por pulir. Lugares de paso fugaz camino de mejores y mayores metas. Del Barça B que se vea este sábado en La Romareda, tendremos noticias en un futuro próximo. Por eso, es buen ejercicio observar con detenimiento las hechuras de cada jugador rival en días así. No es lo mismo que enfrentarse a escuadras como el Alcorcón, el Lugo, el Tenerife, el Oviedo, el Cádiz, el Huesca, el Granada, el Osasuna... Estos jóvenes emergentes, sin la presión ni las obligaciones de la clasificación (son los únicos equipos que no juegan la liga para ascender), tienen otros objetivos bien distintos en sus cabezas. Y su club matriz también respecto de ellos.