A vueltas con los problemas y la mejora en defensa del actual Real Zaragoza

Dentro de que Natxo González tiene que mejorar todas las facetas del juego para salir de atolladero, Grippo admite que el mecanismo de contención es la prioridad.

Natxo González da órdenes a los defensas en un entrenamiento de esta semana.
A vueltas con los problemas y la mejora en defensa del actual Real Zaragoza
Raquel Labodía

El espacio de tiempo que está separando el último partido de liga de diciembre, aquel suplicio de Valladolid del 19 de diciembre, y el reinicio de la liga el 6 de enero en casa ante el Barcelona B está siendo utilizado por el Real Zaragoza a modo de mini pretemporada, de tiempo extra de trabajo para mejorar sensiblemente las evidentes máculas que mostró su juego en la primera mitad del curso. Natxo González, que tiene ante sí un trabajo de profundidad en todas las facetas del fútbol de su equipo (ataque, eficacia, combinación, fluidez con el balón, continuidad, gol, personalidad...), está incidiendo específicamente en la faceta defensiva. Con 25 goles encajados en 20 partidos, el Zaragoza solo observa a 7 rivales de los 22 de la división con peores números en la retaguardia.

Simone Grippo, uno de los defensas del equipo, admitió este jueves que ese mecanismo defensivo está en plena fase de restauración en estas fechas navideñas. "Está claro que, siempre, la defensa es una de las cuestiones principales. Pero defender lo hace todo el equipo. Y tenemos que estar más concentrados y entrar mejor a los partidos. Estos días hemos trabajado mucho esto, precisamente para mejorar en este punto", dijo el suizo.

Y, por supuesto, el zaguero zaragocista hizo alusión al referente más reciente que todo el mundo tiene más cercano en el cerebro: el catastrófico primer tiempo de Zorrilla antes de las vacaciones. "El último día en Valladolid, encajamos 3 goles en 20 minutos. Dos en los primeros 7 minutos. Seguramente necesitamos un poco más de atención en cada uno", rememoró sin remilgos Grippo.

Natxo González está apuntalando el método de contención para ganar en rentabilidad de manera inmediata. Pero, como insiste Grippo, esto no repercute únicamente en los defensas de la plantilla sino que se extiende al trabajo de los once jugadores que, en cada momento, estén sobre el campo. "En el fútbol, siempre, los goles llegan después de errores. Pero yo no pienso que solo sea culpa del sistema defensivo. Es cosa de cada uno. Si tenemos unos pocos menos errores todos, encajaremos menos goles. Yo confío en el equipo y confío mucho en el entrenador para mejorar", concluyó el '6' del Real Zaragoza.

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