Este Real Zaragoza-Leonesa del siglo XXI colorea aquel fútbol en blanco y negro

Este duelo de La Romareda suena a nuevo para la los zaragocistas menores de 45 años. Pero fue habitual hasta los setenta. Los leoneses fueron, incluso, de Primera.

Recortes de HERALDO DE ARAGÓN con la información del último Real Zaragoza-Cultural Leonesa jugado en La Romareda, en mayo de 1975.
Recortes de HERALDO DE ARAGÓN con la información del último Real Zaragoza-Cultural Leonesa jugado en La Romareda, en mayo de 1975.
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Para infinidad de zaragocistas, este partido que trae en la noche de viernes a la Cultural Leonesa a La Romareda suena a nuevo. A estreno. A novedad histórica. A algo que jamás han visto por aquí. Esta apreciación cabe en cualquier aficionado que tenga menos de 45 años. O sea, muchos. Pero es un error. La Leonesa (en León es la Cultural; fuera, en el acerbo popular futbolístico, siempre contó más el gentilicio) ya ha jugado varias veces en Zaragoza. Y no solo en los arcaicos tiempos de Torrero. También pisó La Romareda, ya en tiempos más modernos.

El efecto engañoso lo provocan las cuatro largas décadas que el club leonés ha estado fuera de la órbita del fútbol profesional. Un mundo. Una vida. El último partido de la Cultural Leonesa en Segunda, hasta su regreso en agosto pasado, databa del 25 de mayo de 1972. Una derrota por 1-2 en su campo ante el Castellón. Nadie en León, por aquel entonces, podía pensar que aquel descenso a Tercera (entonces aún no se había creado la Segunda B) sería para tan largo tiempo fuera de las estructuras nobles del balompié hispano. Han pasado 42 años de purgatorio. Casi cuatro generaciones de leoneses no han catado el fútbol profesional en su ciudad, más volcada en ese tiempo al balonmano e, incluso, al baloncesto en unos tiempos determinados.

La Leonesa es uno de los clubes históricos que pisaron alguna vez la Primera División. Lo hizo en la temporada 1955-56, por lo que no coincidió con el Real Zaragoza en lo más alto, pues los aragoneses ese curso lo sufrieron en Segunda. César Rodríguez, internacional del Barcelona y, posteriormente, entrenador de Los Magníficos en Zaragoza, fue su jugador franquicia, ya con 35 años, en aquella campaña histórica.

Y esta Cultural Leonesa que pisará La Romareda de nuevo, ya con el mundo en color y no en blanco y negro, devolverá a los veteranos de una y otra ciudad el paladar del fútbol de la juventud, de la adolescencia, de la niñez. Es lo que va de 1972 a 2017. Una barbaridad de vivencias y acontecimientos en todos los ámbitos.

Aquel día, un 7 de mayo de 1972, el Real Zaragoza ganó 3-1 y encaró definitivamente su ascenso a Primera, ya en la recta final del torneo. Jugaron Villanova; Rico, Ruiz Igartua, Violeta, Paco Vallejo; Molinos, García Castany, Luis Costa; Galdós, Ocampos y Armando Martín. El mítico Eleuterio Santos, en los rescoldos del gran equipo de los sesenta y a punto de marcharse ya del club, sustituyó en el descanso a Castany. El técnico era Rafa Iriondo.

El equipo leonés que antecede al que hoy juegue en el estadio municipal zaragozano estuvo compuesto aquella tarde soleada por Bernardo; Seo, Maño, Del Riego, Casas; Tini, Cobos, Diego; Ovalle, Gerardo y Zuazaga. También jugaron Eusebio y Godoy. El entrenador era José Vallejo.

En un plisplás, el Real Zaragoza solucionó aquel compromiso. A los 42 minutos, los aragoneses ganaban 3-0, con goles de García Castany, Luis Costa y Galdós. No era algo previsible tanta facilidad, pues la Leonesa iba muy bien clasificada, de hecho acabó el curso en 5º lugar (subían los 3 primeros, y el Zaragoza lo hizo apuradamente, en la 3ª plaza). Pero los blanquillos lo bordaron en ese primer periodo... lo que puso en bandeja las críticas de la siempre exigente afición tras el intermedio, pues el equipo salió a verlas venir y apenas hizo una sola jugada de ahí al final del partido. Entre pitos acabó la tarde. Y con un gol de Godoy para los visitantes, en un error colectivo de toda la defensa y el portero. Cosas de la conocida idiosincrasia zaragocista.

Como se observa en los recortes adjuntos de la información de HERALDO DE ARAGÓN en aquellos días, el entrenador y los jugadores reconocieron su indolencia en la segunda mitad. Algo que hoy sería muy difícil de ver en sala de prensa. En eso también han cambiado los tiempos radicalmente.

Para quienes vivieron aquel antecedente de 1972, esta visita de la Cultural Leonesa es un viaje en el tiempo que invita a la reflexión. Para los que no, el duelo presenta ese aliciente de ver en La Romareda un adversario inusual. Pero, ojo, no inédito. Que los choques contra el Real Zaragoza vienen desde 1943. Cuando los balones eran de correa y los tacos de las botas de madera.

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