Real Zaragoza: una lista de listón alto

Al Zaragoza de los últimos tiempos se le reconocía, entre otras cosas, por la sencillez de sus convocatorias. Con plantillas varias veces cogidas con pinzas, al entrenador de turno se ahorraba grandes tormentos a la hora de confeccionar las listas. Era, en cierto modo, un espontáneo asunto de sota, caballo y rey, con pocas emociones y mucha rapidez. Esto ha cambiado en el Zaragoza de la presente temporada. Dice Natxo González que cuenta con la fortuna de tener una plantilla de posiciones dobladas y cierta riqueza de perfiles.

Es amplia, compensada y profunda, según rezan los análisis más consolidados sobre el trabajo de Lalo Arantegui, más aún, tal y como se le presentó al director deportivo la cuestión presupuestaria este verano. También cabe destacar su equilibrio, variedad y versatilidad… Y todo esto está confluyendo en el despacho de Natxo González en modo de rompecabezas: la gestión de la plantilla y la elaboración de las convocatorias de cada partido, donde solo caben 18 hombres, le genera un placentero conflicto que, este domingo por la mañana, revivirá un nuevo capítulo.

Hace una semana, para el partido contra el Nástic, Javi Ros y Pombo fueron los principales damnificados por razones técnicas, muestra palpable -ambos habían sido fijos en los planes de Natxo, incluso con relevancia titular- de que las listas del Zaragoza tienen un listón muy alto. Hay que sudar exigencia para ganarse una plaza en ella. Una competencia interna que funciona como alimento esencia para las progresiones individuales, pero también para el crecimiento colectivo: es la fuerza de las inercias competitivas.

El Real Zaragoza se entrenará hoy desde las 9.30 para partir, después, sobre las 12.15 según lo programado, en dirección a Oviedo en viaje por carretera. Justo después de esa sesión, una vez resuelva sus últimas dudas y perfile los detalles finales del equipo y del partido, Natxo González se enfrentará a su jeroglífico semanal. Deberá descartar a cinco futbolistas. Que son pocos. Las lesiones de Alberto Benito y Simone Grippo le alivian al entrenador, de alguna manera, la toma de decisiones.

Cuenta con una plantilla de 23 jugadores a la que se ha agregado desde el Deportivo Aragón, a golpe de méritos y fútbol sacrificado, Raúl Guti. Esto hacen 24. Hay tres nombres, hasta ahora, con un papel residual, de relleno en el plantel, con poca participación y trascendencia: Zalaya, Lasure y, en menor medida, Raí. Así que, contando a Guti -con opciones reales no solo de entrar en la lista, sino de alzarse a la titularidad-, Natxo González deberá efectuar un descarte entre su habitual grupo de actores principales.

La pasada semana, con Benito apto, fueron dos, los mencionados Ros y Pombo. Ambos pueden volver y caerse alguien nuevo de la convocatoria. O quizá repita uno de ellos (en total, esta semana, para Oviedo, debe dejar fuera a cuatro futbolistas). Sea como sea, Natxo negocia un dulce dilema. Con toda la plantilla disponible, cuando vuelvan Benito y Grippo y si no median sanciones o nuevas lesiones, el entrenador aún deberá afinar más la redacción de una lista en la que no es nada barato meter la cabeza.