El Zaragoza está a la espera de cerrar en las próximas horas la incorporación del, quizá, objetivo de mercado más anhelado desde la dirección deportiva: el delantero centro Borja Iglesias. El club aragonés está ya a solo un pequeño paso de culminar una complejísima operación, dificultada, sobre todo, por la elevada cotización del futbolista, con una docena de ofertas en Segunda, el interés de algún Primera, entre ellos el Barcelona para dejarlo en su filial, y la fuerte apuesta que pensaba hacer el Leeds inglés por él para cederlo a la Cultural Leonesa. Pero Borja Iglesias, ante la insistencia casi diaria de Lalo Arantegui, se ha decidido por el Zaragoza, un deseo compartido por el Celta de Vigo, que, en las últimas semanas, siempre ha observado el proyecto aragonés como el destino ideal para que Borja Iglesias adquiera protagonismo y descargue goles durante su año de cesión.

Las negociaciones están ya en la recta final y solo falta que el Celta pula los últimos detalles, dé el visto bueno definitivo, complete la documentación de la temporada de cesión y se firmen los contratos. El Zaragoza aguarda una contestación desde Vigo durante la tarde de este mismo martes, el miércoles a más tardar, pero se confía en que no surja ningún contratiempo que altere la operación a última hora.

El punta compostelano de 24 años ha marcado esta temporada 34 tantos en Segunda División B y es, desde hace un par de meses, uno de los arietes señalados en rojo, en un lugar destacado de prioridades, por la dirección deportiva del club aragonés. La apuesta ha sido firme y convincente por él, una confianza que Borja Iglesias y su agente han valorado a la hora de tomar una decisión, por delante de otras plazas como Sporting, Osasuna, Granada, Valladolid o el Barcelona B. El club catalán negoció un traspaso de más de un millón de euros, pero ni futbolista ni Celta contemplaron una venta por ese precio. La cesión ha sido la fórmula preferencial.

Borja Iglesias, gallego, de Santiago de Compostela, es un delantero bien conocido por Lalo Arantegui, de su etapa en la cantera del Villarreal (jugó también en el Roda, uno de los equipos satélites del club castellonense). De allí pasó al Celta, donde ha ido consolidándose en su filial hasta convertirse, en la recién concluida campaña, en el mejor delantero de Segunda División B. Sus 34 goles (32 en la fase regular más dos en la promoción de ascenso) con el filial vigués así lo atestiguan.