Edu Bedia, del Oviedo, opción para el medio centro

El jugador cántabro, de 27 años, centrocampista creativo, no cuenta para Hierro y su salida es inminente. El Real Zaragoza negocia su fichaje.

Edu Bedia, en un partido con el Real Oviedo.
Edu Bedia, en un partido con el Real Oviedo.
LFP/HA

Edu Bedia ha pasado a ser la opción preferencial en los despachos del Real Zaragoza para reforzar la posición de medio centro con carácter organizativo. El centrocampista cántabro de 27 años, que cumple su segundo año en el Real Oviedo, está próximo a abandonar el club carbayón, donde no cuenta para su entrenador desde hace más de dos meses. Y, ante la imposibilidad de avanzar en la pretensión de contratar a Fran Mérida, del Osasuna (el primero en la lista de deseados por la dirección deportiva zaragocista), y las dificultades de inmediatez que presenta el mercado en estos momentos para concretar otros tratos iniciados con futbolistas de este perfil, el club aragonés ha decidido acelerar la vía ovetense y las negociaciones con el entorno de Bedia han experimentado en la tarde de este martes un importante impulso.


Bedia acumula dos meses (7 jornadas) sin ir convocado por Fernando Hierro, el técnico del Oviedo. Su último partido sobre el césped fue el 15 de octubre, ante el Girona en Montilivi. En la primera vuelta, el pivote organizador santanderino solo ha jugado 265 minutos repartidos en 7 partidos. Muy poca cosa. Solo fue titular dos veces, al inicio del torneo, frente al Numancia y el Reus. Son 11 partidos los que lleva sin ser uno de los 14 jugadores ovetenses utilizados por Hierro en cada fin de semana. No cuenta para nada. En las últimas horas, por el fino medio montañés se han interesado dos equipos más de Segunda División e, incluso, alguno de Segunda B dispuesto a pagar cifras importantes por su fichaje, caso del Lorca murciano. Pero es el Real Zaragoza el que ha ganado enteros en la jornada de este martes para poder hacerse, finalmente, con los servicios de Bedia.


Se trata de un jugador que, desde hace cuatro años, nunca ha desaparecido de la agenda de pretendidos del Real Zaragoza a pesar del trajín de directores deportivos, secretarios técnicos y entrenadores diversos que han pasado por el club aragonés desde el descenso de Primera (verano de 2013): García Pitarch, Moisés García León, Luis Carlos Cuartero, Ángel Martín González, Narciso Juliá, Albert Valentín, Paco Herrera, Víctor Muñoz, Ranko Popovic, Lluís Carreras, Luis Milla y, ahora, Raúl Agné. Siempre gustó en las últimas aventuras zaragocistas en la categoría de plata, pero nunca fue posible atarlo.


A Edu Bedia lo tuvo prácticamente fichado Jesús García Pitarch, cuando el equipo blanquillo hacía la pretemporada con Paco Herrera en Alcalá de la Selva (Teruel) y el jugador iba a abandonar el Hércules de Alicante, donde Pitarch venía de ser presidente. Pero, finalmente, en un requiebro de última hora, su representante (el viejo conocido Eugenio Botas) lo derivó al FC Barcelona para que jugase en su filial. Un Barça donde Juliá y Valentín ejercían como jefes del área deportiva. En los dos últimos veranos, también se tanteó su fichaje desde la sede zaragocista, sin éxito final. 


Edu Bedia viene de sufrir un tremendo frenazo en su prometedora carrera, que se inició en el Racing de Santander en Primera División en 2008, un tiempo en el que llegó a ser internacional español en las categorías base más importantes (hasta la sub-21) y se postuló como una promesa del fútbol nacional que pretendían los equipos más importantes. No logró despegar en la élite durante los tres cursos que militó en el club de su ciudad, Santander, y fue cedido para que se fogueara en el Salamanca de Segunda, experiencia de la que regresó exitoso al Racing. Tras caer el equipo cántabro a Segunda, Bedia decidió salir a buscar nuevos horizontes y el Hércules fue su destino. En el Rico Pérez hizo una gran temporada, jugando 33 partidos en Segunda y anotando 5 goles.


Ese fue su pasaporte para llegar al Barcelona B, donde cuajó su mejor año como profesional. En un filial culé que terminó 3º en la liga, Edu Bedia fue titular indiscutible, participó con peso específico en 39 partidos y fue autor de 7 goles (dio, además, 3 asistencias). Los más de 2.500 minutos en el Hércules y los 3.021 de este año en el Barcelona B son su bienio de oro.


Porque, desde ahí, Bedia se ha devaluado en los tres últimos años por pura inacción. Del Mini Estadi se marchó a la Bundesliga para jugar en el Munich 1860, de la segunda categoría, y probar fortuna así en el fútbol más pujante de Europa en el último lustro. Pero no tuvo suerte. Solo jugó 3 partidos allí, presa de las lesiones musculares y la inadaptación al medio. Y el verano pasado volvió a España para fichar por el Oviedo, recién retornado a Segunda tras una década ominosa en Segunda B y Tercera. En la efervescencia del Tartiere, Bedia jugó en 24 partidos, pero menos de 1.000 minutos. No se hizo acreedor a portar galones de titular fijo. Pese a ello, continuó esta temporada, a las órdenes de Fernando Hierro y con Ángel Martín González como director deportivo. 


Y no le han ido las cosas mejor. Al contrario, Edu Bedia va a abandonar el Oviedo a consecuencia de su descarrilamiento definitivo en los planes de la actual estructura deportiva del club azulón. Necesita irse para jugar. Y el Real Zaragoza, si todos los parámetros casasen en las próximas horas, estaría encantado de ser su siguiente estación, en la que el santanderino pueda volver a encontrar su cima de rendimiento.

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