Cani y Zapater, en la agenda del Real Zaragoza para 'aragonesizar' el vestuario

Juliá escruta las opciones de incluir en la nueva plantilla varios exjugadores zaragocistas para dotarla de carácter, raíces y el sentimiento que falta hace tiempo.

Narciso Juliá, director deportivo del Real Zaragoza, en una comparecencia pública junto al presidente, Christian Lapetra.
Narciso Juliá, director deportivo del Real Zaragoza, en una comparecencia pública junto al presidente, Christian Lapetra.
José Miguel Marco

No es la primera vez. Pero tal vez sea la más firme en los últimos años. El Real Zaragoza está rastreando el mercado de opciones para reclutar futbolistas aragoneses o exzaragocistas que aporten al nuevo vestuario un perfil con más poso de carácter, raíces y el sentimiento por la entidad, valores que se echan en falta desde hace tiempo. Es una de las consecuencias más graves de los ocho años de agapitismo, donde el trasiego de futbolistas por la caseta blanquilla fue ingente y la devaluación del 'futbolista de club' acabó desembocando en su total extinción.


La nueva propiedad, los patronos de la Fundación Zaragoza 2032, ya lo intentaron en los dos veranos previos. El primero, sin tiempo y con todo el mundo ya colocado a escasos días del inicio de la liga. El año pasado, con escasas opciones reales porque todos los futbolistas que se tantearon tenían compromisos firmes en sus clubes -varios en Primera División con contratos inasumibles- y resultaba imposible e innegociable su fichaje por el Real Zaragoza. Los Soriano, Longás, Cani, Camacho (Juanjo), Álvaro Rubio, Ripa, Chus Herrero... han sido escrutados en los últimos mercados estivales, sin poder definirse en ningún caso su retorno al cuadro de La Romareda por unas u otras causas.


Ahora, Narciso Juliá vuelve a tener en cuenta a ese pelotón de ex que aún circula por el fútbol profesional español y que, en las circunstancias especiales que se dan en el vestuario este verano, donde la revolución y el cambio de filosofía se pretende que sea de gran hondura, ayudaría a lograr a corto y medio plazo los objetivos planeados: convertir al equipo en un grupo bravo, con casta, con orgullo, con respeto al escudo y la institución, con compromiso más allá del día a día de un contrato o un objetivo particular de cada uno.


No va a ser fácil. Como ya sucedió en los años precedentes. Jugadores como Cani, que acaba de jugar en Primera con el Deportivo de La Coruña, porta un caché contractual muy alejado de las posibilidades financieras del actual Real Zaragoza. Lafita está jugando en Asia bajo un contrato millonario, propio de aquella latitud. Soriano ha echado el ancla en Almería, donde ha sido confirmado como entrenador para la próxima campaña tras haber cambiado el hábito de jugador a técnico en la recta final de esta liga recién concluida. Longás está retirado a causa de una lesión. Que Camacho no concluya su carrera en Huesca no entra en cabeza alguna...


¿Por dónde se puede estudiar alguna incorporación de este perfil? Asoman jugadores interesantes que podrían cumplir con el rol pretendido. Zapater, que tras su larga y tortuosa lesión de pubis sufrida en el Lokomotiv de Moscú hace más de dos años lleva varios meses entrenándose con Andrés Ubieto en la Ciudad Deportiva (acaba contrato con los rusos el 31 de julio), es un jugador que queda a mano. Solo habrá que despejar las dudas que, naturalmente, genera su larga inactividad en los campos de juego. Chus Herrero queda libre tras el descenso del Llagostera (el de Torrero-La Paz no quiso jugar, a voluntad, en el último partido de liga en Palamós, de infausto recuerdo). Chechu Dorado, todavía con un año de contrato en el Rayo Vallecano, acaba de descender a Segunda con los madrileños. Luso Delgado, capitán del Córdoba, acaba contrato en unos días con su club. Ripa sigue comprometido con el Numancia, pero los sorianos están inmersos en su valoración y cambio de plantilla. Álvaro Rubio concluye contrato con un Valladolid que va a sufrir una mutación tremenda tras la llegada de Paco Herrera...


Son algunos de los nombres propios que existen para poder obrar el ideal del Real Zaragoza en una parte de su nueva plantilla. Algo que a la UD Las Palmas le salió a la perfección en el año de su ascenso, la pasada temporada, cuando en verano su directiva logró reunir en la isla a varios de los veteranos grancanarios que habían estado dispersos por múltiples equipos: Valerón, Ángel, Nauzet Alemán, Momo, Jonathan Viera y Aythami Artiles. Todos ellos pusieron de su parte en el apartado financiero para adecuarse a los parámetros de Segunda y la mezcla con los jóvenes, los extranjeros y algún ajeno a la cantera canaria resultó perfecta. Juliá va a intentar algo así, en la medida en que pueda ser posible. Es un buen ejemplo a seguir.


Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión