El Real Zaragoza despide el año futbolístico en Tarragona. Este 2015 acaba como empezó: en Segunda y con la esperanza de que 2016 sea el del regreso a la élite. El partido de este sábado (18.00) contra el Nástic pondrá fin al año en el que el Real Zaragoza se quedó a 10 minutos de Primera, y dejará paso a uno nuevo en el que queda todo por decidir y, esperemos, llegue a su ecuador con la dulce resaca del ascenso.

A estas alturas, lo único que puede hacer el conjunto de Popovic es tomarse las uvas en los puestos de 'play off', puede que incluso en ascenso directo, algo que solo ocurriría si los blanquillos ganan, el Oviedo empata o pierde y el Alavés cae ante la Ponferradina. Pero más que el puesto, importan los puntos. El Zaragoza ya dejó escapar dos contra el Numancia y no quiere marcharse de vacaciones con un tropiezo ante un recién ascendido cuya temporada está sorprendiendo. Tanto, que si gana acabará el año en puestos de promoción, por delante de los aragoneses.

“No hay mejor manera que irse de vacaciones que con una victoria”, aseguraba este viernes Popovic, quien quiere una Navidad tranquila. Tras este partido llegan dos semanas sin jugar, y siempre es mejor afrontarlas con calma. También vendrán bien, pase lo que pase en Tarragona, para recuperar efectivos. Y es que el Real Zaragoza, con una plaga de bajas, viaja a la ciudad catalana con un futbolista que todavía no puede competir y con cuatro jugadores del filial. Además de los lesionados de larga duración -Jaime y Wilk-, Popovic no cuenta con Manu Herrera, Diamanka, Hinestroza o Mario, el último en lesionarse, esta misma semana. Tampoco con Ángel ni Rico, ambos sancionados, aunque recupera a Dorca e Isaac, que cumplieron la semana pasada su partido de castigo por acumulación de amarillas.

Sí ha entrado en la convocatoria Rubén, aunque lleva más de dos meses sin jugar y volvió a entrenarse con el grupo esta semana, por lo que es casi inviable que salte al terreno de juego. Por si les pasa algo a alguno de los centrales el serbio se ha llevado a Iñaki Olaortua, uno de los cuatro jugadores del filial que han sido citados, junto al ya habitual Sergio Gil, Tarsi -ya jugó la semana pasada- y el hasta ahora inédito Kilian, quien entra en el lugar de Buenacasa.

Con tanta baja, Popovic apenas tiene opciones para situar las piezas en su habitual esquema, que en principio no cambiará pese a las ausencias. En ese 4-1-4-1 o 4-3-3, según como se mire, hay pocas alternativas. Una vez confirmada por el entrenador la titularidad de Jorge Díaz, hay nueve jugadores que estarán con casi total seguridad en el once inicial: Bono, Vallejo, Cabrera, Abraham, Dorca, Erik Morán, Jorge Díaz, Pedro y Ortuño. La única duda es si jugarán Isaac, Marc Bertrán o Sergio Gil. Solo hay sitio para dos de los tres. Si juega Sergio Gil, el uruguayo entrará en la banda y uno de los dos laterales le cubrirá la espalda. Si no, podrían ocupar los dos el flanco derecho, Bertrán como lateral e Isaac como extremo, por lo que el propio Jorge Díaz o, lo que es más probable, Pedro, jugarían en la media punta.

El Nástic recupera efectivos

El Nástic, por su parte, recupera buena parte de los futbolistas que no pudieron disputar el partido la pasada jornada ante el Leganés. Su entrenador, Vicente Moreno, sólo tiene que lamentar la baja de Sergio Tejera en la medular, pero sí podrá contar con jugadores tan importantes como Emaná, Mossa y Palanca.

El conjunto tarraconense quiere romper la racha de dos jornadas sin conocer la victoria y llegar al descanso invernal con un triunfo que les vuelva a colocar en la zona de promoción de ascenso, donde ha estado gran parte de la temporada. "Necesitaremos estar al 100% para ganar, de no ser así lo tendremos muy complicado para sorprender al Zaragoza", aseguraba este viernes el técnico. El Nástic solo ha perdido un partido en su campo esta temporada, contra el Alcorcón, mientras que ha ganado cinco y ha empatado dos.