La pareja de hierro

El Zaragoza solo ha encajado tres goles en los 12 partidos en los que Vallejo y Cabrera han compartido eje defensivo. Con ellos, la portería quedó a cero 9 veces.

Imagen del partido contra Osasuna: Vallejo, en primer término, con Cabrera guardándole la espalda.
Imagen del partido contra Osasuna: Vallejo, en primer término, con Cabrera guardándole la espalda.
josé miguel marco

La última victoria del Real Zaragoza contra el Tenerife se sostuvo sobre las anchas espaldas de un equipo cuyo funcionamiento defensivo le identifica, le otorga carácter y le garantiza un destacado cuerpo competitivo. Este eficaz comportamiento es fruto de muchos factores, pero, entre ellos, sobresale la mezcla de titanio y acero que componen Jesús Vallejo y Leandro Cabrera como pareja de centrales. Al Tenerife apenas se le observó intimidación en el área porque esos metros cuadrados son reino de estos dos defensores, ideales para contener los ataques frontales a los que fuerza el sistema del Zaragoza, perfectos para barrer el peligro metidos en el área.


Vallejo y Cabrera son el soporte vital del equipo en estos momentos de la temporada, desde que contra Osasuna volvieron a reunirse como tándem después de que ya en la pasada campaña presentaran los números defensivos más eficientes de entre todas las combinaciones que utilizaron Víctor Muñoz o Ranko Popovic en la pareja de centrales. Es decir, el rendimiento de esta sinergia no es nuevo. En total, desde que se encontraron por primera vez en Huelva en el arranque de la pasada campaña (0-0 contra el Recreativo), ambos han coincidido como dúo (en defensas de 4) en 12 partidos ligueros. Y los números defensivos del Zaragoza con ellos invitan al elogio: solo ha encajado tres goles, solo ha perdido un partido, ha dejado la portería a cero en nueve encuentros y nunca le han marcado más de un gol en esos tres partidos en los que no fue imbatible. Especialmente reseñable son estos últimos datos. En un equipo acostumbrado a encajar casi siempre –especialmente hace una temporada–, Vallejo y Cabrera han sido centrales en 9 de los 16 partidos en los que el Zaragoza ha dejado su portería a cero desde agosto de 2014.


En el curso pasado, jugaron juntos en ocho partidos. Tan solo se recibieron dos goles, contra la Ponferradina en el Toralín (1-1) y en casa frente al Sporting (1-1). En una temporada tan inestable en la posición, Vallejo y Cabrera se consolidaron como la combinación de centrales que mejor le funcionó en defensa al Zaragoza, muy por encima de otra más habitual como Vallejo-Mario o Rubén-Mario. El equipo aragonés nunca perdió con ambos. Además de los empates a uno contra la Ponferradina y el Sporting, jugaron: Recreativo-Zaragoza (0-0), Zaragoza-Leganés (2-0), Zaragoza-Recreativo (2-0), Zaragoza-Barcelona B (4-0) y Zaragoza-Lugo (0-0). Sobresale que ambos fueron los centrales del conjunto aragonés en su mejor momento de la temporada, a finales de enero y comienzos de febrero. Además, ambos también jugaron juntos casi 50 minutos en Soria, contra el Numancia, en la derrota 2-0. Pero con ellos en el campo el Zaragoza no encajó ningún gol: los sufrieron las parejas Mario-Cabrera y Lolo-Cabrera.


Este año, ambos centrales han conservado su férrea dinámica. Han compartido eje defensivo en el Real Zaragoza-Osasuna (0-1), la única derrota, en el Lugo-Zaragoza (0-0), en la segunda mitad del Zaragoza-Alavés (1-0) y en el Zaragoza-Tenerife (2-0).

Una buena mezcla

Vallejo y Cabrera han cuajado un maridaje en el que ambos se alimentan de las virtudes del otro. Esto se llama complementariedad. Vallejo es diestro y Cabrera le pega con la zurda, pero sobre todo con la cabeza. Por arriba, el uruguayo es una garantía. También inyecta temperamento y contundencia. Vallejo no rebaja carácter al dúo: además es veloz, anticipa, corta y construye juego.
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