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Cezary Wilk es un hombre curtido en mil batallas, y la del próximo domingo ante Osasuna no le pillará por sorpresa: "Sé perfectamente lo que significa la palabra derbi. En Polonia, tuve la oportunidad de disputar varios y para mí siempre es un partido muy importate. Tanto como para nuestros aficionados".

El centrocampista polaco entiende que al equipo le vendrá bien un duelo así, después de jugar "muy mal" ante el Córdoba: "Queremos demostrar a nuestros aficionados que estamos en el buen camino y que podemos jugar bien y ganar. Cuando pierdes se dicen muchas cosas, pero solo es un partido. Si el domingo conseguimos hacer un buen partido, las cosas cambiarán".

Para ello, ha dicho, el equipo debe conseguir "tener el balón, movilidad y presionar al rival". Y es que, aunque Osasuna es el líder de la clasificación, "solo se llevan cuatro jornadas, que todavía no son nada".

Del debate generado sobre la poca creatividad del mediocentro, que le incumbe directamente, ha señalado que "el equipo puede seguir jugando bien con dos pivotes", dado que Dorca puede aportar "más poder ofensivo" que él mismo y Erik Morán es capaz de lanzar "buenos pases". Aún así, ha reconocido que todos ellos son jugadores de un corte "similar".

Por último, ha asegurado que le parece "un poco raro" que ya se pite al entrenador, aunque entiende que los aficionados están en su derecho y que la plantilla tiene que dedicarse a "jugar bien y hacer el trabajo con tranquilidad".