Óscar Whalley : "Siempre que me meten un gol pienso que lo podía haber evitado"

Óscar Whalley habla del inicio de temporada del Real Zaragoza, de cómo se vive el fútbol desde la portería o de su relación con Víctor Muñoz.

Whalley posa en una portería de la Ciudad Deportiva
Óscar Whalley : "Siempre que me meten un gol pienso que lo podía haber evitado"
J. L. Gaona

Acabo de ver cómo le fusilaba Eduardo Basigalup, el entrenador de porteros. No ha tenido piedad con usted y las ha parado todas...

Eduardo nos mete mucha caña a los tres, a Pablo, a Bono y a mí. Es duro pero nos viene bien para competir los fines de semana.


¿Es tan exigente como parece en los entrenamientos?

Tiene sangre argentina, ese carácter competitivo. Nos intenta transmitir su intensidad.


¿Suele ver en vídeo los goles que le marcan?

Siempre los veo y los analizo mucho para no cometer el mismo error. Pero no solo los goles, sino todas las jugadas del partido.


¿Y qué piensa?

Siempre que me meten un gol pienso que lo podía haber evitado. El del otro día, por ejemplo, me pilla corriendo hacia atrás, desequilibrado, y tengo que pararme antes para coger impulso. Fue una jugada muy rápida y tenía obstáculos por delante, pero lo importante es que pese al gol conseguimos los tres puntos.


No vamos a hablar solo de los errores. En esta temporada, ha mantenido la portería a cero en cuatro partidos, casi la mitad de los nueve que ha jugado.

En esta categoría no es nada fácil, y además es muy importante. Si mantienes la portería a cero, con un gol que metas te llevas los tres puntos. Las últimas jornadas hemos tenido partidos complicados, en Lugo por la climatología y el terreno de juego, y el del Racing porque era un equipo muy duro y agresivo que corría mucho.


¿En qué medida le está ayudando la defensa?

Con Mario, Rubén, Jesús (Vallejo), que está aprendiendo mucho, Cabrera, Fernández y Diego (Rico) nos estamos entendiendo muy bien. Nos ayuda mucho el trabajo del míster en cuestiones tácticas, que es algo que a los futbolistas no nos gusta mucho, pero que nos viene genial cuando jugamos.


A la afición del Real Zaragoza le gusta que su equipo gane, pero todavía más que lo haga con gente de la cantera. ¿Siente ese respaldo?

Siempre, siempre. Cuando salimos al terreno de juego y cantan la alineación, los aplausos te motivan. Pero la afición no solo se está portando genial con los canteranos, sino con todos. Nos está ayudando mucho. Contra el Racing, gracias a los ánimos que nos dieron, sacamos fuerzas para ganar.


Se ha visto un gran cambio entre el Whalley que debutó el año pasado y el de esta temporada. Más tranquilo, más seguro...

Sobre todo con más minutos. Y con algo más de experiencia, dentro de que todavía tengo muy poca. Creo que cuantos más partidos juegue más creceré. Tengo mucho margen de mejora. Pero es cierto que cuantos más minutos tienes te encuentras mejor. Si no juegas, luego te cuesta coger las distancias, los golpeos...


Víctor Muñoz ha demostrado que confía en usted.

Desde que llegó como entrenador me ha dicho que tenía mucho potencial y este año no para de repetirme que tengo que estar a tope en todos los partidos, que es muy importante... Y yo intento responder lo mejor posible.


¿Este verano le dijo que iba a ser su portero titular?

Nos comentó que quien estuviera mejor jugaría, por eso entrenamos con esa intensidad. Tanto Pablo (Alcolea) como Bono trabajan muy duro y yo tengo que hacer lo mismo para mantener el puesto.


Todavía no hemos visto jugar a Bono con el Real Zaragoza. ¿Cómo es?

Es muy ágil, rápido, con muchos reflejos... Tiene muy buen potencial físico. Me gusta mucho como portero.


El Real Zaragoza ya tenía dos porteros, Alcolea y Whalley. ¿Les sentó mal que ficharan a otro más?

Yo intenté llevarlo con la máxima normalidad. Sabía que iban a fichar a otro portero, y Bono nos ayuda a trabajar mejor y aumenta la competencia.


Esta temporada son tres porteros jóvenes, pero la pasada le tocó competir con un veteranísimo como Leo Franco. ¿Qué aprendió de él?

Intentaba fijarme en todo lo que hacía en cada entrenamiento. Mis características como portero son parecidas a las suyas. Me parece un portero ejemplar. Él me decía que fuera yo mismo y que tuviera los pies en el suelo, porque el peor error que puedo cometer es creer que soy muy bueno.


Cuando él debutó en Primera, en 1999, Óscar Whalley tenía cinco años. ¿En qué portero se fijaba cuando era pequeño?

Me fijaba mucho en Van der Sar. Me encantaba, me parecía un portero revolucionario. Era distinto a todos. Y Leo Franco, en su época del Atleti, también me gustaba mucho. Ahora me gusta mucho Neuer; para mí es el mejor. Y Courtois.


La del portero es una posición diferente. ¿Cómo se ve el fútbol desde allí atrás?

Tienes una gran responsabilidad, pero me he acostumbrado desde pequeño y me gusta la presión. Es un privilegio jugar allí. Eres el encargado de corregir a los jugadores, al equipo...


Pues para corregir a futbolistas con tanta experiencia como Mario o Rubén hay que tener carácter...

No se si desde fuera se ve, pero con los minutos nos vamos entendiendo más. Cuanto más juguemos juntos, mejor lo haremos.


Su padre es inglés, su madre mexicana... ¿De dónde se siente?

Yo nací en Zaragoza, pero desde pequeño mi padre me puso el pasaporte inglés e íbamos a Inglaterra siempre que teníamos vacaciones. Inglaterra siempre ha tenido algo especial para mí.


Si llegara el caso, ¿es es la selección con la que le gustaría jugar?

Sí, ojalá llegue. Pero sí que me gustaría...


¿Y en la Premier? Porque ya hay algún equipo inglés que le sigue de cerca...

En el futuro, por qué no. Pero ahora estoy aquí y el futuro es el partido de Alcorcón. Yo intento estar al margen de esas cosas, trabajar y jugar.