La Fundación ha pagado 5,9 millones en mes y medio a la Agencia Tributaria

Desde el primer minuto de su llegada a la propiedad del Real Zaragoza, los nuevos accionistas de la SAD han cumplido puntualmente con todas las obligaciones de pago que han ido surgiendo.

Christian Lapetra es el presidente de la Fundación Zaragoza 2032
La Fundación ha pagado 5,9 millones en mes y medio a la Agencia Tributaria
Oliver Duch

Los miembros de la Fundación 2032, en su súbito y decisivo aterrizaje en la propiedad de la SAD a finales de julio para evitar la quiebra y la desaparición del viejo club zaragocista, se han visto en la obligación de desembolsar dinero prácticamente desde el primer minuto de su llegada a la sala de máquinas de la entidad.


Nunca fue una situación inesperada, pues la cuestión nuclear de los problemas que tenían en situación agónica al Real Zaragoza en los días previos al 31 de julio era de sustrato financiero. 


Los patronos de la Fundación 2032, cuando decidieron acudir de manera urgente al rescate del club, sabían y asumían sin problema alguno que debían cruzar la puerta de la sede de la Romareda el primer día con 8 millones de euros en la mano. Y así lo hicieron. Era la cifra mínima necesaria para liberar al Real Zaragoza de la cancela que le impedía competir este año en el fútbol español, ya que los impagos a futbolistas, entrenadores y de derechos de competición a la Federación y la Liga había dejado al club zaragozano sin licencia hábil. Por eso, los nuevos propietarios mayoritarios de la entidad zaragocista, tras las diferentes conversaciones mantenidas con Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, en las semanas previas a su aterrizaje, llegaron con alrededor de 5 millones de euros en una mano para cumplir con las deudas adquiridas por el anterior equipo directivo, entre otros acreedores, con los futbolistas y los técnicos de las pasadas temporadas, todas denunciadas ante los organismos pertinentes.


Los empleados del club, asimismo, pudieron cobrar las nóminas que la SAD les adeudaba en la mayor parte de los casos desde varios meses atrás. Y, en la otra mano, el primer día los patronos de la Fundación 2032 portaban ese primer día otros 3,1 millones, estos destinados a sufragar la deuda corriente relativa a la campaña anterior que la Agencia Tributaria reclamaba ya con el plazo vencido.

Fue un desembolso ineludible para poder poner en marcha el corazón, ya colapsado, de un Real Zaragoza asfixiado en la última semana de julio.


Era la gasolina indispensable para poder arrancar el nuevo proyecto, que, pese a ese esfuerzo económico inicial, aguardaba peligrosas aristas y recovecos de complicada gestión en el día a día en todos los ámbitos.


En el terreno dinerario, el 22 de septiembre, apenas 50 días después del primer desembolso de envergadura -el citado de 8 millones de euros, 3,1 de ellos destinados a Hacienda-, la Fundación se vio en la obligación de acometer un nuevo plazo marcado en el calendario con el erario público. Los patronos ingresaron en las arcas de la Agencia Tributaria otros 2,9 millones de euros correspondientes, en este caso, a las retenciones empresariales sobre el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) derivados de los emolumentos salariales satisfechos a los futbolistas y al personal no deportivo de la entidad, incluidos los retrasos que se habían acumulado en los impagos de los meses previos a la llegada de los nuevos regentes de la Sociedad Anónima.


De este modo, simplemente para que el Real Zaragoza pueda respirar como sociedad, para que su equipo haya podido competir y dar sentido al objeto principal de su actividad, la nueva propiedad ha debido aportar casi 11 millones de euros en menos de dos meses tras asumir la dirección del club. De ellos, 5,9 han sido para Hacienda.