Hora de aprender a ganar

Recibe hoy en la Romareda (17.00) al colista Sabadell, que aún no ha puntuado.

Hora de aprender a ganar
Hora de aprender a ganar
Aránzazu Navarro

En la mitad de septiembre, ya toca ganar el primer partido. Se rozó el triunfo con las yemas de los dedos en el ilusionante estreno en Huelva, pero se acabó empatando sin goles. Se tuvo atada la victoria en el debut en la Romareda ante el Osasuna hace 15 días, pero un gol postrero de los navarros aguó la fiesta en el tiempo de aumento. Después, han venido dos golpes bajos, la goleada encajada el domingo pasado ante las promesas del Barcelona y, el miércoles, la eliminación copera en Albacete. Por eso, esta tarde, en la Romareda y en un horario clásico casi olvidado (las 17.00/Aragón TV), la afición zaragocista espera la primera alegría de esta nueva era. La cita es ante un Sabadell con aspiraciones de gloria que, sin embargo, ha comenzado el curso de la peor manera posible: con tres derrotas concatenadas que lo tienen colista con cero puntos.


Llega el Real Zaragoza a este compromiso asomado al balcón de la cola. Es pura anécdota cuando el torneo no ha hecho más que arrancar. Pero es un dato objetivo que, por reiteración de experiencias recientes en años precedentes, advierte de que los nervios no andan lejos, aunque la voluntad de la gente, el talante de la nueva propiedad y el ambiente global –pese al desasosiego que está generando la intransigente postura de la Agencia Tributaria– haya dado un cambio radical para bien en los últimos 40 días. Así que los tres puntos de esta tarde ante los catalanes se antojan de obligada adición para llenar de calma y confianza a la expectante afición blanquilla y, sobre todo, al propio grupo de profesionales que, por goteo y a toda velocidad, han acabado conformando el vestuario en un mes vertiginoso.


En el libro de ruta de los nuevos rectores, el doble programa como locales que ordena ahora el calendario (hoy ante el Sabadell y, el sábado próximo, recibiendo al Alavés) está subrayado como el momento del lanzamiento hacia la normalidad del equipo de Víctor Muñoz. Estos seis puntos seguidos que se disputan en la Romareda han de significar, si todo sale según lo previsto, la consolidación de los primeros cimientos del nuevo equipo. El verdadero punto de partida en el ámbito deportivo hacia una calma anhelada por la generalidad del zaragocismo hace casi una década.


Lo contrario, como resulta obvio, será meterse en la espiral de tiempos pretéritos recientes. No superar hoy al Sabadell es sinónimo de pisar zona de descenso a Segunda B de inmediato. Hecho que, por muy puntual que pueda considerarse en una evaluación racional en las circunstancias que concurren, no es plato de buen gusto y es mejor tener fuera del día a día de un grupo aún no estabilizado como es el actual Real Zaragoza.


Víctor Muñoz tiene previsto llevar a cabo leves pinceladas de cambio en el equipo, radicadas en la zona delantera. El partido copero de hace cuatro fechas en Albacete no cuenta. Aquella experimental alineación (poco explicable cuando lo perentorio es lograr la conjunción del once tipo cuanto antes) no es referencia de nada. Whalley seguirá en la portería porque el marroquí Bono, fichaje de último día, según dijo anteayer el técnico está aún fuera de la órbita del equipo. La defensa de los primeros partidos –Fernández, Vallejo, Mario, Rico– va a tener otra dosis más de confianza pese a que este último ha flojeado más de lo debido en las recientes dos derrotas. Y el doble pivote, por ahora, parece no tener mejores opciones que la que conforman el todoterreno Dorca y el cerebro Ruiz de Galarreta.


El capitán Álamo también es fijo en la banda derecha del ataque, lo mismo que Borja Bastón en el puesto de ariete. Y, ahí, junto a ellos, surgen las dos novedades. Eldin Hadzic debutará en la Romareda pegado a la banda zurda, alternando con la mediapunta, ante la baja del lesionado Pedro. Y el enganche, hasta ahora jurisdicción del juvenil Muñoz por designio del entrenador, va a cambiar de rol. De hecho, David Muñoz ya no va convocado tras su sorprendente titularidad en los primeros cuatro choques oficiales del curso. El filial Diego Suárez (interesante novedad en la citación) apunta al puesto, aunque también cabe el adelantamiento en la pizarra de Ruiz de Galarreta y la aparición de Tierno en la creación junto a Dorca. Todo está ensayado.


Se trata de que, de una vez, las cosas se desarrollen en el mejor de los escenarios deseados.