A un día del comienzo de la liga en Segunda División, ¿cómo ve el presidente del Real Zaragoza el estreno en Huelva?

Difícil, con mucha ilusión, pero complicado. Estamos muy justos en plazos con jugadores y tratando de cumplir al máximo los requerimientos económicos de la Liga. Estos dos condicionantes nos van a marcar un poco el inicio.

El equipo llega a la cita sin acabar de construirse, con pocos entrenamientos de los nuevos con sus compañeros.

Es la mayor dificultad en el apartado deportivo. Vamos a dejar que el cuerpo técnico trabaje con los que ya tiene y que puedan estar disponibles para jugar mañana. Pero, efectivamente, no son las mejores circunstancias para iniciar la liga. Todo lo bien que consigamos comenzar va a poder motivar a la afición para seguir incorporándose al Real Zaragoza.

Con las incorporaciones que se han producido hasta ahora y los que faltan, ¿ve un equipo de garantías?

Veo un equipo que podrá competir. La liga es larga y nos pondrá donde tengamos que estar. Tenemos muchos problemas, con una plantilla corta porque así nos lo exige la LFP y no tenemos más medios. Es imprescindible acertar con cada fichaje y con cada jugador que se quede en el club. Vamos a ver si lo hacemos y conseguimos que el equipo sea competitivo lo antes posible.

La limitación de 18 jugadores en la plantilla y el control económico de la Liga les cierran muchas posibilidades.

Sí. Por explicarlo muy sencillamente, nosotros tenemos un saco del que cogemos parte del dinero y lo asignamos a jugadores. Ese saco está limitado y además tenemos la limitación de las 18 fichas El resto de jugadores para completar la plantilla, que podría ser alrededor de 23 o 24, tendrán que ser futbolistas del filial. 

¿Esta circunstancia va a obligar a mirar con atención a la cantera?

Será algo independiente, pero sí que nos va a hacer volver la vista a la cantera. Evidentemente no va a ser algo que consigamos inmediatamente. No podemos sacar jugadores de la nada. Los futbolistas tienen que rodarse, tienen que competir, tienen que crecer en otros equipos con minutos de calidad… No podemos hacer pruebas muy arriesgadas porque nos llevaría ocho o diez jornadas el probar si un jugador del filial puede ser válido para la Segunda División. No estamos para probatinas. Tenemos que acertar con los fichajes de inicio, que puedan competir ya.

Hay jugadores que tienen que salir de la plantilla por sus altas fichas, que dificultan mantener el equilibrio presupuestario.

Estamos llegando a acuerdos con aquellos jugadores que por su ficha es inasumible tenerlos este año con nosotros. Tenemos que rebajar esa masa salarial para poder utilizarla, no toda, para el resto de jugadores. Las salidas nos van a ayudar para incrementa ese saldo que podamos tener para fichar futbolistas. Estamos negociando y espero que las conversaciones lleguen a buen fin.

El caso del Murcia, que se ha extendido en el tiempo hasta ayer mismo, ¿es un aviso para navegantes?

El caso del Murcia es complicado en todos los aspectos. Es un club que viene incumpliendo los requerimientos económicos de la Liga. El club pertenece a la LFP y voto con todos que se instauraran esos controles. Evidentemente es un aviso a navegantes. De nada nos serviría a nosotros haber cumplido como club y como Fundación los requerimientos económicos si ahora nos los saltamos o una instancia distinta a la deportiva decide lo contrario. Tenemos que ser respetuosos con las decisiones que han tomado tanto el Juzgado de lo Mercantil como la Liga. Nosotros lo respetaremos, pero evidentemente no es el mejor ejemplo. El problema de esto es que puede crear un precedente y que haya otros que quieran utilizarlo para su propio beneficio. 

¿Cómo ha vivido el último mes, desde que se hicieran cargo de la propiedad?

Con mucho vértigo. Llegas a un sitio nuevo, a una empresa nueva, en la que hay que hacer muchas cosas inmediatas, urgentes: confección de plantilla, abonados, y empezar a trabajar en el día a día. Y es una empresa en la que se pueden hacer muchas cosas, que es lo que queremos aportar los que estamos en el Consejo. Si conseguimos hacer una plantilla que deportivamente nos sostenga y nos mantenga con solvencia en la categoría, ya podremos empezar a hacer otras cosas. Lo importante es que el balón ruede para que nosotros trabajemos en ese segundo plano, en ir creando club.

¿Dónde se han encontrado con mayores dificultades en este proceso?

La planificación económica nos viene impuesta. El Consejo simplemente aprueba las cuentas y presenta el presupuesto a la Liga. Fundamentalmente, ahora el mayor problema es la construcción de la plantilla, porque esas limitaciones nos coartan muchas decisiones. No podemos destinar toda la cantidad económica que desearíamos para fichajes que nos dieran el margen de calidad que nos permita estar con holgura en Segunda y aspirar a cotas mayores. En el resto tenemos que solucionar muchas cosas a medio y a largo plazo.

La afición parece que ha recuperado el ánimo.

Algo se palpa. La campaña de abonados no va mal, aunque confiamos que vaya mejor a la vuelta de vacaciones. Sí se nota la ilusión de encontrarse ahora con un equipo cuando hace dos o tres meses la opción podía ser que no existiera el Real Zaragoza. Pero hay que ser muy comedidos porque la situación estructural y patrimonial del club sigue siendo la misma. No ha cambiado sustancialmente y tenemos que seguir arreglando muchos frentes para que alcanzamos la velocidad de crucero necesaria para que sea viable.

¿Dónde le gustaría estar en junio? ¿Con qué sueña?

Como aficionado, en Primera División, que nos situaría en otra dimensión. Nos permitiría hacer con cierta holgura muchas más cosas. Pero, fundamentalmente, para que el club sobreviva, me gustaría haber tenido un año para ir trabajando e ir mejorando y, con ello, recibir el apoyo no solo de los aficionados y abonados, sino también de empresas que quieran apostar por la marca Real Zaragoza. Pero con mucha mesura, porque los objetivos son importantes.

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