La Fundación Zaragoza 2032 es desde primera hora de la tarde de ayer el nuevo accionista mayoritario del Real Zaragoza. En presencia del notario de la capital aragonesa Juan Antonio Yuste se elevó a escritura pública la transmisión del paquete accionarial de Agapito Iglesias a la referida fundación, en torno a la que se agrupan diversos empresarios de prestigio aragoneses, capitaneados por César Alierta, presidente de Telefónica.

Su propósito y empeño no es otro que salvar al club aragonés de la compleja situación societaria por la que atraviesa, en la que llegó a tocar de lleno los riesgos del descenso administrativo y del colapso institucional.

Ayer, el Real Zaragoza ya estuvo presente en el sorteo del calendario de liga de la Segunda División, que se celebró en las instalaciones de la Ciudad del Fútbol de la Federación Española de Fútbol, en Madrid. Asimismo, en la Liga de Fútbol Profesional (LFP), que preside el abogado oscense Javier Tebas, se encuentra depositado a favor del Real Zaragoza el capital suficiente para hacer frente a las obligaciones de pago denunciadas por jugadores y técnicos a final de la temporada pasada. 

De este modo, el club del escudo del león salva la amenaza del descenso administrativo, justo en la antesala de que se pronuncie sobre esta materia la comisión mixta de la Liga de Fútbol Profesional y de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). 

En escasas fechas, la nueva propiedad del Real Zaragoza también va a satisfacer las obligaciones de la deuda corriente con Hacienda (2,6 millones de euros) y va a comenzar a pagar las nóminas al personal no deportivo de la entidad, en la que se incluyen unos doscientos trabajadores.  

Unas horas antes de que tuviera lugar el antedicho acto de transmisión de acciones en la notaría de Juan Antonio Yuste, Agapito Iglesias había recuperado la posesión de todos sus títulos en el club aragonés. 

A primera hora del día firmó la correspondiente reversión Javier Lasheras, quien ha sido el accionista de referencia del club durante el último mes y medio, desde el pasado 4 de junio. Posteriormente, ya pasado el mediodía, también revertió su paquete accionarial al empresario soriano el británico James Edward Brumwell, quien firmó la documentación necesaria en el consulado de España en Londres. 

Anteayer, ya habían devuelto a Agapito Iglesias los títulos que poseían Luis Gamón, Mariano Casasnovas y los hermanos Ángel e Ignacio Zorita. Las acciones que Iglesias vendió a Víctor Otal y a Antonio Martínez Martínez nunca salieron de su propiedad, al no ratificar éstos la mencionada compraventa. 

La Fundación Zaragoza 2032   ha adquirido por el precio simbólico de un euro el 72% del capital social del Real Zaragoza, títulos que que poseía Agapito Iglesias  a través de la sociedad Zaragoza Sport Arena S.XXI. 

Iglesias, por otro lado, ha cedido a la Fundación Real Zaragoza otro 18% del capital social del club, con el fin de que estas acciones se pongan posteriormente a disposición de pequeños accionistas y abonados. El restante 10% del capital social de la sociedad anónima deportiva está repartido entre pequeños accionistas. 

Para esta mañana está prevista la primera reunión del nuevo Consejo de Administración del Real Zaragoza, que está presidido por Christian Lapetra, hijo de quien fuera jugador de Los Magníficos y es mito en la historia del zaragocismo. También se sientan en el órgano de gobierno de la entidad Fernando Rodrigo, responsable del Área Económica y Financiera; Carlos Iribarren, responsable del Área Deportiva; y Fernando Sainz de Varanda, responsable del Área Jurídica y de Coordinación General. 

A partir de este momento, se abre una nueva etapa en el Real Zaragoza y se cierra, en consecuencia, el largo capítulo del agapitismo. Alumbra un periodo que los responsables de la entidad quieren que sea de regeneración, de recuperación de los clásicos valores asociados al club.  

«El objetivo de esta Fundación -indicaron ayer los patronos de Zaragoza 2032 a través de un comunicado-  no es otro que reconstruir el Real Zaragoza desde sus cimientos, para lograr devolver a la entidad al lugar que se merece entre los mejores del fútbol español». 

En términos más concretos, el ascenso a Primera División se presenta como una meta por la que empezar a pelear desde este mismo curso, a pesar del estado en el que se encuentra en este momento la plantilla, a un mes vista del inicio de la liga.