Abandonó el Zaragoza en un contexto extraordinario de compraventa y vuelve ahora en una situación semejante. Usted es una apuesta diferente a lo habitual en los últimos años: ha jugado aquí, es de aquí... ¿Viene para una nueva era, con vistas al futuro?

Yo solo me planteo la salvación de Segunda B. Ese es el propósito principal. A partir de ahí ya veremos qué sucede en las siguientes jornadas. El club está circunstancialmente en manos del señor Agapito Iglesias. Él es el dueño y máximo accionista, y respetuosamente le puedo decir que la gestión está muy mal hecha. Nada más.

Pero ahora Víctor Muñoz está aquí en el Zaragoza de Agapito...

Yo no iba a venir con él. Lo he dicho varias veces. He hablado en dos ocasiones con él (para fichar antes). Se daban circunstancias favorables para el club y para todos... Lógicamente, me ha defraudado. Y luego la gestión está ahí. Respeto al señor Agapito Iglesias, pero yo ahora no estoy aquí por él.

Usted mismo explica que es el dueño, pero no lo trae él...

No, no lo creo. Pero así es, él es el dueño, y tampoco lo ha evitado o se ha opuesto. Bueno, lo supongo, no lo sé. Ahora estoy aquí y si me tengo que ir mañana me iré tranquilamente. No hay ningún problema en ese aspecto. Para mí, era una obligación venir en estas circunstancias: por mis sentimientos, por mi forma de ser y porque, además, no estaba entrenando. Si hubiera estado en algún equipo, lógicamente no lo hubiera dejado para venir aquí. Eso lo tengo muy claro. Aunque eso en su día lo hice como jugador. Quien realmente me llama, me contacta y me demuestra un interés después de analizar las circunstancias que rodeaban a una decisión así es García Pitarch. También Moisés había sido jugador mío en el Villarreal. Y Cuartero aquí.

¿Víctor Muñoz tiene un plan para el Zaragoza a partir de junio?

No. Pienso que el Real Zaragoza se puede gestionar bien. Es el equipo de una comunidad como Aragón, es referencia, tiene historia y argumentos para hacer que funcione si se gestiona con equilibrio presupuestario. Por lo que yo conozco, es una entidad con vida propia, muy querido por el pueblo aragonés y que está muy adentro de la sociedad aragonesa.

Firmó hasta junio y por una temporada más, pero admite que lo trae Pitarch. ¿Su permanencia en el Zaragoza está vinculada a la posible continuidad o no del equipo de trabajo del actual director general?

Tengo firmada una temporada más, pero en junio me puedo ir sin problemas. Ahora mismo he venido como entrenador. No estoy vinculado a nadie más. Estoy vinculado al Real Zaragoza. Los señores que me llaman son quienes gestionan el club actualmente. Ellos me manifestaron un interés real de que viniera. Y aquí estamos, trabajando en ese aspecto. No hay nada detrás.

¿Sueña con reformar este Zaragoza deshecho, en poder ser una figura reconciliadora?

No quiero ir por esa vía. Ahora, he venido a entrenar a este equipo. Lo otro ya habrá tiempo de hacerlo. Ahora mismo, solo me preocupa que el Zaragoza no se vaya a Segunda B. Sinceramente, sería un problema para la entidad y para todos: aficionados, futbolistas, medios de comunicación... Sería grave. Yo trabajo para evitar eso. Lo demás llegará, seguramente. No es cosa mía ni depende de mí que Agapito sea dueño y a lo mejor decida algo...

¿Le advirtieron que Agapito podía marcharse y desaparecer?

No. Sé que está en la calle, pero también puedo desaparecer yo.

Pero no habrá venido con esa idea...

He venido a cumplir un objetivo. Pero tengo una visión del fútbol a nivel español e internacional y el Zaragoza es un club con un potencial muy interesante. Lo veía así también García Pitarch hace un mes.