Velas amargas

El Real Zaragoza cumple este martes 82 años en el momento más delicado de su trayectoria.

Copa de España de 1964, lograda hace ahora medio siglo
Velas amargas

El Real Zaragoza cumple este martes, 18 de marzo, tal vez su cumpleaños más amargo. 82 años de vida repleta de hitos que hoy reposan en las polvorientas repisas de la memoria de los zaragocistas. El conjunto aragonés vive un día oscuro, envuelto en un proceso decadente del que cada vez se adivina más complicada la salida. A la terrible gestión de Agapito Iglesias se ha unido esta campaña la dirección de Jesús García Pitarch, que envuelve aún más de dudas el futuro del conjunto de La Romareda.


El 18 de marzo de 1932, los dirigentes las escuadras del Real Zaragoza y el Iberia decidieron constituir una nueva entidad, el Zaragoza F.C. Aquel gesto de necesidades por las circunstancias y de generosidad por parte de los rectores de ambos conjuntos fue el bautizo de una escuadra grande, de un club grande en España y con vitola internacional, respetada, admirada y, sobre todo, querida.


Pero el dolorosísimo desembarco político en el club, el asalto del Gobierno de Marcelino Iglesias en una institución prestigiosa y señera del fútbol mutó por completo a la entidad que, desde entonces, se conduce por un camino decadente al que es muy complicado encontrarle final.


El zaragocismo recurre a los hitos que marcaron su vida hasta hace apenas ocho años. El palmarés de un equipo grande se adorna con una Recopa maravillosa, una Copa de Ferias –de la que están a punto de cumplirse 50 años-, seis títulos de Copa y una Supercopa.


Pero no sólo de esos títulos vive el Real Zaragoza. Su mágico deambular está sellado por jornadas de ensueño, por épocas gloriosas, por tiempos que hicieron enorgullecer a generaciones de amantes de un equipo cuyo sólo nombre infundía respeto y admiración. Permanecen vinculados a la historia del Real Zaragoza aquellas escuadras de los ‘Alifantes’, los ‘Magníficos’, los ‘Zaraguayos’ o esos ‘Héroes de París’ que, bajo la batuta del aragonés Víctor Fernández, llenaron de orgullo el corazón de millones de zaragocistas.


La ambición política, el ánimo de intervenir sobre una escuadra que se labró el respeto gracias al trabajo y al empeño de miles de personas, quebró de forma fundamental a un club que no logra reponerse de aquella injusta actuación del Gobierno socialista, respaldado por el Partido Aragonés y por la ceguera de una oposición que no fue capaz de atisbar la profundidad de la maniobra.


Agapito Iglesias, el hombre elegido por los dirigentes políticos como rostro de la operación, ha conducido al Real Zaragoza por una travesía oscura y decadente, hasta cumplir hoy un aniversario que se torna triste por las circunstancias que lo envuelven.


Incapaz de aguantar más, abandonado por sus mentores, Agapito busca una salida casi desesperada, lo que facilita el interés de quienes ni conocen ni valoran la trayectoria de una entidad que mueve el ánimo de miles de seguidores. Que hoy, devaluada y desprestigiada, cumple un aniversario triste. Sopla unas velas amargas.