Anduva, un nuevo examen de madurez para el Real Zaragoza

El Real Zaragoza afronta una importante prueba contra el Mirandés, un equipo fuerte y que apuesta por el juego directo.

Los jugadores del Mirandés aplauden a su afición
Anduva, un nuevo examen de madurez

El partido de este sábado en Anduva (18.00) se ha convertido en un examen de madurez para el Real Zaragoza. El conjunto dirigido por Paco Herrera ha mejorado en las últimas jornadas y este 2014 todavía no ha perdido ningún partido, pero debe confirmar su evolución frente al Mirandés, un equipo modesto -cuenta con uno de los presupuestos más bajos de Segunda- y en la zona baja de la clasificación, pero peligroso para un Zaragoza que sufre contra armas como el juego directo y el balón parado. En la ida, los blanquillos solo lograron un empate (0-0) y los burgaleses son más peligrosos en su propio estadio.


Lo sabe Paco Herrera, que está trabajando mucho este partido, para el que incluso está barajando cambiar el esquema del equipo. Este jueves, en el penúltimo entrenamiento antes del encuentro, el técnico ensayó con un 4-1-3-2 ligeramente del 4-2-3-1 con el que estaba jugando hasta ahora. Y es que no se le dan bien al Real Zaragoza este tipo de encuentros, contra equipos de espíritu antagónico al del mimo al balón por el que apostaba Herrera desde el principio de la temporada y que ahora, por fin, se está empezando a ver reflejado sobre el césped.


El Mirandés apuesta por el orden defensivo, la presión y las jugadas a balón parado, una estrategia similar a la de equipos como el Eibar o el Alavés, contra los que el Zaragoza ya ha sufrido esta temporada. Perdieron los aragoneses en Ipurua en Liga (3-2) y, contra el Alavés, cayeron en Mendizorroza en Copa (1-0) y empataron en casa en Liga (2-2). "Ahora viene un partido de esos que no se nos estaban dando bien hasta ahora y ojalá cambiemos esa mala dinámica que hemos tenido en campos difíciles, con mucho juego directo y balón parado", reconoce el veterano Luis García, un jugador curtido en mil batallas.


"En este partido hay que mancharse de barro. Ellos son muy directos, juegan en largo, van a poner el balón arriba en cualquier falta", explica el asturiano: "Es una prueba importantísima para nosotros. Podemos demostrar que el equipo sabe pelear y también jugar. Es el paso que nos queda para confirmar lo que estamos haciendo". Así resume Luis García el valor de un choque que, además, podría suponer un nuevo paso del Real Zaragoza hacia los puestos de ascenso directo.


"Tenemos que saber leer el partido. Cuando no tengamos el balón, hay que hacer lo mismo que ellos, presionar y aprovechar la segunda jugada. Pero cuando lo tengamos debemos cambiar el chip e imponer nuestro estilo: bajar una marcha e intentar jugar, porque se puede hacer", analiza el atacante zaragocista. "Anduva no es tan pequeño, pero ellos hacen un juego que hace parecer el campo más pequeño", asegura. No le falta razón, ya que el campo del Mirandés apenas es dos metros más corto que La Romareda. De ancho, incluso tiene un metro más que el terreno de juego zaragocista.


A tres puntos del líder


El Real Zaragoza no solo visita Anduva con la intención de confirmar que su cambio de tendencia es un hecho, sino también -y sobre todo- con la necesidad de seguir sumando para asentarse en la parte alta de una clasificación muy reñida. Entre el primero y el octavo solo hay una diferencia de tres puntos, y tan solo otros seis separan al sexto clasificado, el último que lucharía por el ascenso, de los puestos de descenso.


En este escenario, una victoria puede suponer escalar varios puestos en la clasificación -para el Zaragoza, incluso alcanzar el ascenso directo-, mientras que una derrota significaría bajar unas cuantas posiciones -está empatado con cuatro equipos- e incluso salir de los puestos de promoción de ascenso, en los que el club aragonés ya lleva tres jornadas consecutivas.