Éibar-Real Zaragoza

Una cuestión de jeraquía

El Real Zaragoza busca un triunfo en el complicado campo del Éibar para asentarse por fin en la zona más alta de la clasificación.

El jugador del R.Zaragoza Henríquez controla el balón en el partido con el Alavés
Real Zaragoza-Alavés_6
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 Dice Paco Herrera que el equipo está en el buen camino, que lo siente motivado y que los graves traspiés sufridos ante el Deportivo y el Alavés no tienen por qué pasar factura este sábado, en la cita que lleva al Real Zaragoza a Ipurúa, en donde la escuadra aragonesa se enfrenta, desde las 18.00, al Éibar.


El encuentro tiene calado, empaque llamativo. Ipurúa ha sido siempre territorio complejo, terreno singular para la práctica del fútbol y siempre feudo enemigo de cualquier visitante. Ya dijo Barkero, formado personal y futbolísticamente en ese entorno, que allí solo se puede ganar jugando con más intensidad que el equipo local. Y ese norte resulta tan claro como comprometido...


El argumento conocido de la dificultad de jugar en el campo del Éibar se ha mezclado con las sensaciones que ha vivido el equipo -y el zaragocismo- después de los cuatro puntos perdidos en los dos últimos partidos. El desconcierto y el desasosiego se han combinado en un cóctel de inquietud que merodea en torno al equipo. Por más que el vestuario quiera esquivarlo, se han puesto de relieve la ansiedad, las inseguridades y el miedo a ganar.


Superar esa presión va a ser fundamental para un Real Zaragoza que busca un triunfo con el que engancharse por fin a la zona de cabeza, donde se empieza a resolver la ecuación del ascenso.


El equipo blanquillo sabe jugar a domicilio; se desenvuelve casi mejor que en La Romareda. Y esa convicción ha calado en el vestuario, que no renuncia a ganar en Éibar. Ya lo hizo la última vez que jugó allí, en abril de 2009, en el último ascenso, con Marcelino García Toral en el banquillo. Entonces, el Real Zaragoza supo sufrir –como es previsible que vuelva a suceder este sábado- y se llevó la victoria por 2-3.


El técnico ya ha anunciado que solo introducirá un cambio en el equipo que jugará este sábado en Ipurúa: el de José Manuel Fernández por el sancionado David Cortés. Es el recambio lógico en un once al que el entrenador catalán quiere dar continuidad y confianza. Lo merece, sin duda, el primer tiempo realizado hace una semana en La Romareda ante el Alavés. La obligación de ese conjunto es darle también continuidad al juego y estirar hasta el final la imagen que es capaz de mostrar en el arranque.


Javier Paredes volverá a ser pareja de Álvaro en el centro de la defensa, con Abraham y José Manuel Fernández en bandas y Acevedo y José Mari por delante.


Roger ha hecho méritos para volver a ocupar la demarcación que dejaba vacante la ausencia del lesionado Montañés; Víctor en la otra banda, Barkero y Henríquez completan el entramado ofensivo que previsiblemente presentará Paco Herrera.


En este Liga igualada, el recién ascendido Éibar tiene los mismos puntos que el Real Zaragoza (16). Su rocosidad, su consistencia, se manifiesta en los números: ha marcado nueve goles y ha recibido otros nueve. Ha jugado cinco partidos en casa, en donde ha ganado dos, ha empatado dos y ha perdido uno.


Una cita engalanada de alicientes. La posibilidad de encaramarse a la zona más noble es el argumento principal. Aunque el Real Zaragoza busca también mostrar su autoridad, sacudirse los miedos y estirar su jerarquía a domicilio. Desde las 18.00, en el campo de Ipurúa.


- Alineaciones probables:


Eibar: Xabi; Lillo, Raúl Navas, Albentosa, Yuri; Errasti o Diego Rivas, Dani García; Capa, Arruabarrena, Eizmendi; Morales.


R. Zaragoza: Leo Franco; Fernández, Álvaro, Paredes, Abraham; Acevedo, José Mari; Barkero, Roger, Víctor; Henríquez.


Árbitro: José Luis Lesma López (C. Madrileño).

Campo: Ipurúa.

Hora: 18.00 horas (Euskal Telebista).