Real Zaragoza

Cuatro años de vida en Primera

El Real Zaragoza ha vivido su periodo más corto de estancia en la máxima categoría entre dos descensos.

La afición, el gran aval del Real Zaragoza
Partido entre el Zaragoza y el Atlético de Madrid_2
JOSE ANDRES SANCHEZ

El Real Zaragoza, con su descenso a Segunda División ha firmado esta temporada, con cuatro años de estancia, su periodo más corto en la máxima competición del fútbol desde hace cincuenta y siete años.


Desde que el equipo aragonés visitase tres temporadas consecutivas la división de plata entre la 1953-54 y la 1956-57, nunca su periodo más corto como equipo de Primera División fue de cinco años en dos ocasiones.


Desde esa fecha la entidad aragonesa ha firmado cinco descensos que, hasta el último en la temporada 2008-2009, siempre se ha limitado a un rápido paso por la categoría para regresar en un solo año a la élite, algo que deberá volver a intentar repetir de nuevo en esta ocasión.


Hasta no hace mucho, la temporada 2001-2002, los aragoneses habían disfrutado de una plácida vida en la élite que se prolongó durante veinticuatro años pero desde ese momento ya han transitado, incluida la próxima campaña, en tres ocasiones por ella en un periodo de tan solo once años.


Con una historia octogenaria a sus espaldas - el club cumplió el pasado mes de marzo 81 años de existencia -, el Zaragoza ha militado 58 temporadas en Primera División que le convierten en el noveno equipo histórico de la categoría.


Con el descenso ya consumado, ahora el objetivo pasa por intentar regresar por la vía rápida y evitar eternizarse en una Segunda División cuyo desgaste ha conducido a clubes con raigambre a moverse en la indiferencia e incluso a desaparecer.


No son pocos los problemas con los que llega al denominado 'infierno' la entidad de Agapito Iglesias, su máximo accionista aunque alejado por la dirección del club desde hace más de año y medio, por la animadversión que le han mostrado sus abonadosque se han manifestado en diferentes ocasiones para que lo abandone, tanto por estar envuelto en un concurso de acreedores con unos plazos de cumplimiento muy estrictos como por la devaluada estructura deportiva con la que cuenta.