Real Zaragoza

El Real Zaragoza no camina solo

Miles de aficionados zaragocistas acudieron este domingo a La Romareda para presenciar el último entrenamiento de los blanquillos antes de viajar a Vigo.

Entrenamiento del Real Zaragoza
El Real Zaragoza se centra en el partido del Celta
ASIER ALCORTA




“Sí, se puede”. El cántico, últimamente extendido por la mayoría de los campos de Primera División, volvió a sonar en La Romareda con la convicción que solo el zaragocismo le puede imprimir. No se trataba de ningún partido, pero la tribuna del estadio municipal presentó una magnífica entrada para presenciar el entrenamiento previo a la final que el conjunto aragonés debe disputar este domingo en Vigo. Miles de aficionados blanquillos acudieron a la llamada de su malherido Real Zaragoza para lavarle las heridas y recordarles, si hiciera falta, la verdadera razón por la que cada fin de semana saltan a un terreno de juego. Gesto que los jugadores reconocieron con aplausos, tanto al inicio como al final de la sesión.


Alrededor de las 10.30, los aledaños del campo de fútbol ya presentaban un magnífico aspecto. Cientos de seguidores, con mayoritaria presencia de niños, iban a la caza de sus ídolos que, poco a poco, llegaban para acometer el último entrenamiento antes de viajar a Galicia. “Mira Álvaro”, “¡Apoño, Apoño!”, “¿Dónde está Roberto?”... Los más pequeños de la casa, vestidos muchos de ellos con su indumentaria zaragocista, acudían frenéticamente de un lado a otro del parquin donde los futbolistas suelen dejar sus vehículos. Desde luego, no se trataba de un día más.


Poco después, una amplia fila partía de las dos puertas de tribuna que finalmente fueron abiertas. Tras casi dos meses sin permitir la presencia de aficionados o medios de comunicación, Manolo Jiménez dio su permiso con la esperanza de recibir un baño de masas que levante el ánimo a sus deprimidos pupilos. El zaragocismo, como siempre, no falló.Sesión tranquila

Como es habitual en un día previo a partido, la sesión no resultó de gran carga física para evitar posibles lesiones. Calentamiento, ejercicios en campo reducido, ataques de tres contra cero y a la ducha. En total, no más de 50 minutos de trabajo. Eso sí, la plantilla recibió el apoyo necesario para el trascendental encuentro que deben afrontar este lunes contra el Celta.


Después de 14 partidos consecutivos sin ganar, el conjunto dirigido por Manolo Jiménez pudo darse cuenta de que no está solo. Más allá de resultados o nivel de juego, el león rampante se sustenta desde la grada y esta no lo va a dejar desfallecer.