Real Zaragoza

El anhelo de la victoria

El conjunto aragonés viaja a La Coruña con la ambición de lograr tres puntos que alivien su delicada situación.

Celebración del R.Zaragoza tras el gol al Real Madrid
Real Zaragoza - Real Madrid_4
F. JIMéNEZ/A PHOTO AGENCY

El Real Zaragoza no puede demorar por más tiempo la consecución de su anhelada victoria en un 2013 en el que todavía no ha sido capaz de derrotar a ningún rival yen esta ocasión visita en Riazor al Deportivo, colista y rival directo por sobrevivir esta temporada en la Liga BBVA.


Ante los coruñeses, el equipo aragonés necesita incrementar como sea su haber en el pobre balance de puntos para seguir fuera de una de las tres posiciones de descenso que, casi inexplicablemente, ha sido capaz de eludir a pesar de un pésimo primer trimestre en el que únicamente ha sido capaz de firmar cinco empates.


El mes de abril presenta cuatro estaciones en las que el conjunto que entrena Manolo Jiménez debe hacer acopio de puntos, porque se va a ver las caras con los tres equipos que circulan por detrás de él en la clasificación además del líder FC Barcelona. De no hacerlo entraría en vía muerta y con un elevado porcentaje de posibilidades de irse hacia Segunda división.


La necesidad de sumar de tres en tres es imperiosa para los aragoneses que todavía cuentan con un colchón de cuatro puntos sobre su rival de este sábado y tres sobre Celta y Mallorca, sus siguientes rivales después de recibir a los azulgranas en La Romareda.


Estos cuatro equipos saben que entre ellos se van a repartir, casi con total seguridad alguna de las tres plazas de descenso sino las tres, por eso los zaragocistas han calificado este primer encuentro de la trilogía de abril no como una final más sino como "la gran final" y la intención es volver a mostrar la actitud que mostraron la jornada anterior para frenar y plantar cara al Real Madrid y lograr firmar un empate para tener "más reforzada la moral".


No obstante y a pesar de haber dejado buen sabor de boca en anteriores ocasiones, sobre todo como locales, en sus salidas los zaragocistas han mostrado la otra cara de la moneda y esta vez quieren que no se repita de ninguna manera. Fallar en Riazor supondría darle vida a un rival directo y verse un poco más cerca del fondo.


Manolo Jiménez ha vuelto a optar, como viene haciendo los últimos meses, por encerrarse con sus jugadores y tratar de trabajar con la mayor tranquilidad posible y lejos de cualquier tipo de perturbación.


El sevillano sigue a la búsqueda de un once que le ofrezca lo mismo que al comienzo de temporada y que por distintas circunstancias, tanto de lesiones como de sanciones, no ha terminado de conseguir aunque ante los madridistas, con algunos matices, pudo sentir que podría haber hallado la senda correcta.


De hecho el contratiempo de última hora ha sido la baja de Antonio Galdeano 'Apoño', al que considera clave en la construcción del juego, a pesar de llevarlo entre algodones durante la semana.


Lo que Jiménez no quiere es que sus hombres básicos sufran algún contratiempo, algo que no ha podido impedir con el malagueño, y de hecho lo ha intentado preservando a hombres como José María Movilla, Hélder Postiga y Glenn Loovens, este último el más cuestionado pero siempre que ha estado en condiciones de jugar ha optado por él en detrimento de otras opciones y del que ha afirmado que contra el Real Madrid "hizo un partidazo".