Real Zaragoza

Alarma en La Romareda

El cuadro blanquillo ya ha encajado el mismo número de derrotas como local que en las dos últimas campañas. Algunos ex futbolistas analizan los porqués de esta crisis como anfitrión.

Algunos seguidores abandonaron La Romareda antes del pitido final contra la Real Sociedad
Aficionados en La Romareda_5
TONI GALáN / A PHOTO AGENCY

El Real Zaragoza no funciona en La Romareda. Con siete derrotas como local, el equipo aragonés se postula como el peor conjunto de Primera División cuando juega ante su público. Un caro peaje que impide a los blanquillos asentarse en la zona tranquila de la tabla, obligándoles perpetuamente a mirar al retrovisor para observar los resultados de sus perseguidores. Esta situación ha terminado por exasperar a su afición, que el pasado domingo, por primera vez en mucho tiempo, dedicó algunos silbidos al juego de los suyos.


Ante este desalentador panorama, el zaragocismo se pregunta por qué su equipo no carbura cuando ejerce de anfitrión. Una peliaguda cuestión a la que varios ex futbolistas blanquillos han tratado de encontrar respuesta.


Control del partido

Sin duda, el primer punto de atención señalado mayoritariamente apunta al centro del campo. La sala de máquinas que debiera hacer jugar al equipo. “El equipo no sabe construir ante rivales bien organizados en defensa”, apunta Juan Señor, que matiza no ver al conjunto aragonés capaz de “hacer llegar la pelota hasta situaciones que puedan hacer daño”. Isidro Villanova ahonda en esta cuestión, aludiendo directamente a los arquitectos de la plantilla: “No existe un jugador específico para llevar el partido y los que lo deberían hacer, que son Apoño y Romaric, generalmente no están a la altura”.


Andoni Cedrún se apunta a este análisis, comparando a el rendimiento que ofrecen los de Manolo Jiménez en casa y fuera. “Es un equipo que se junta muy bien, que siempre juega arropadito. Algo que le ha permitido sacar varios partidos lejos de La Romareda. Sin embargo, tiene problemas a la hora de manejar el balón. Por ello, cuando el contrario se encierra desnuda las carencias del equipo para tener el control del partido”, afirma el ex guardameta. Un guión que, en opinión mayoritaria, se ha repetido en todas las derrotas sufridas con excepción del partido ante la Real Sociedad, donde los zaragocistas se vieron claramente superados por el rival.


Cuidar los detalles

Según señala Villanova, el resto de encuentros se han resuelto “por detalles”. Bien una decisión arbitral, un error propio o contrario, una jugada a balón parado... De hecho, cinco de las siete derrotas cosechadas han terminado con un pírrico 0-1 en el electrónico.


A este respecto, Félix Pérez Aguerri añade una nueva variable: la inexperiencia de la plantilla. “La apuesta de gente joven y de calidad es interesante, pero tiene contrapartidas. Este tipo de futbolistas con proyección pueden aportar cosas positivas, pero les falta esa regularidad y poso que en muchas ocasiones exige la Primera División”, opina el ex centrocampista blanquillo.


Potenciar la ofensiva

Otra de las grandes preocupaciones que suscita el cuadro zaragozano es la escasa producción goleadora que genera en La Romareda. En total, los zaragocistas han anotado 12 tantos en el estadio municipal, siendo el tercer equipo de la Liga que menos marca en su campo. Solo Osasuna y Granada tienen peores registros.


“En mi opinión, Manolo debe buscar el equilibrio de jugar con dos puntas y dos pivotes en el centro del campo. Esa es la duda, si el equipo tiene jugadores de esas características. Entiendo que Jiménez no crea que Apoño y Movilla puedan sujetar el centro del campo, por ello se necesita un segundo delantero que, además, ayude a la medular”, expresa Cedrún.


En esta línea de pensamiento, Juan Señor realiza un apunte táctico complementario: “Echo en falta que en casa los laterales no se reserven tanto. Que vayan al ataque. Para ello hace falta un centro del campo con movilidad, que genere huecos que puedan ser aprovechados por ambas bandas”, analiza el ex internacional.


Prioridad absoluta

En lo que no existe divergencia alguna es en señalar la recuperación de La Romareda como un punto crítico de cara a lo que resta de temporada. “Si no se consiguen sacar los partidos en casa, se va a pasar mal para lograr la permanencia”, dice Pérez Aguerri. Una reconquista del hogar propio que Villanova cree que será complicada, pues como recuerda “todavía faltan por pasar por la capital aragonesa equipos importantes como Valencia, Real Madrid, Barcelona o Atlético”.


En total, al Real Zaragoza le restan por jugar ocho partidos como local. Un espacio de tiempo que casi no deja opción al fallo. Las dos últimas temporadas, en las que certificó la salvación en la última jornada, los aragoneses concedieron el mismo número de derrotas como locales que las que acumulan actualmente. Un dato que deja a las claras la importancia que posee hacerse fuertes en casa para alcanzar el objetivo final.