fútbol

La lacra impune del racismo en el fútbol español

Los actos racistas en Getafe y Sestao demuestran la falta de contundencia de las medidas para luchar contra este problema.

Acuña fue objeto de insultos racistas este pasado fin de semana.
Acuña fue objeto de insultos racistas este pasado fin de semana.
AFP7 vía Europa Press

«Solo tendremos victoria cuando salgan de los estadios directos a la cárcel, lugar que se merecen». Vinicius enarbola desde hace tiempo la bandera de la lucha contra el racismo en el fútbol. Desde de octubre de 2021 hasta este marzo ha sido víctima de hasta 18 ataques racistas denunciados en distintas fiscalías especializadas en delitos de odio, juzgados de instrucción y la comisión antiviolencia. Nunca se ha suspendido un partido de fútbol por cánticos racistas en España y tampoco hay nadie condenado penalmente por ello.

La última proclama del brasileño del Real Madrid no ha sido hacía él sino por lo ocurrido este fin de semana en los terrenos de juego de distintas categorías del fútbol nacional, algo que no hace más que reforzar su discurso. Lo ocurrido con Marcos Acuña y Quique Sánchez Flores en el Getafe-Sevilla así como el bochornoso episodio con el portero del Rayo Majadahonda, Cheikh Kane Sarr, de origen senegalés, que terminó expulsado por enfrentarse a sus agresores en el duelo que los madrileños disputaron en Sestao, evidencian la necesidad de mano dura con todo aquel que vaya al fútbol a insultar racialmente a un futbolista.

El guardameta sufrió, según sus propios compañeros, gritos de «puto negro de mierda», así como sonidos de mono, en el campo de Las Llanas, de la Primera Federación; el defensa argentino del Sevilla, más de lo mismo en el Coliseum de Getafe, donde un extécnico de la casa y actual entrenador del equipo hispalense tuvo que oír gritos despectivos de «gitano». Unos hechos que se producen días después de las lágrimas de Vinicius al hablar de racismo en el fútbol y que llegaron hasta el Consejo de Ministros.

«El fútbol debe ser un deporte para unir y no para separar. Hay que prohibirles la entrada», reflexionó Sergio Ramos tras los insultos a sus compañeros. Unas ofensas que serán denunciadas por LaLiga y la FEF ante el Comité de Competición y la Comisión de Antiviolencia.

LaLiga no puede sancionar

A diferencia de Inglaterra, donde la Premier League y la Asociación Inglesa de Fútbol (FA) pueden castigar a los clubes o ultras por incidentes de abuso racista, La Liga no tiene la potestad de sancionar, solo de denunciar ante la Comisión Antiviolencia. Desde 2018 la patronal eleva los casos a la Fiscalía de Delitos de Odio. A la hora de imponer sanciones, la responsabilidad es de la Delegación del Gobierno, la Secretaría de Estado de Seguridad, el Ministerio del Interior y el Consejo de Ministros y, por otro lado, de la Federación Española de Fútbol y su Comité de Competición.

«El racismo es siempre absolutamente y totalmente despreciable y rechazable. No tiene cabida en una sociedad tolerante, plural y diversa como es la española», dijo en los últimos días el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. El socialista recordó que hace unos meses el Gobierno pidió «expulsar y aislar a los racistas» de los campos de fútbol, sin descartar tampoco hacer «una modificación legislativa» por parte del Ejecutivo.

LaLiga endureció su protocolo contra el racismo en 2017 y lo creó la FIFA, que es el máximo organismo internacional del fútbol. Por tanto, aplica a todas las federaciones asociadas, es decir, al mundo entero del fútbol y por supuesto también a España. Una formalidad posterior a cuando Eto'o se marchó a vestuarios en un Zaragoza-Barcelona de 2006 por insultos o cuando le tiraron desde la grada un plátano a Dani Alves. El racismo sigue jugando al fútbol impunemente en España: El balance de criminalidad de Interior recoge 441 sanciones administrativas por racismo y xenofobia en el deporte desde 2014, pero ninguna infracción penal.

«Es una cuestión de voluntad y valentía de querer aplicar las leyes, las del ámbito administrativo y el Código Penal», subraya el abogado Óscar Vicario a Efe, quien recuerda que el año pasado el racismo en el fútbol fue a juicio por primera vez después de que un juzgado de Barcelona comunicara la apertura de juicio oral contra un aficionado acusado de proferir gritos racistas contra Iñaki Williams, jugador del Athletic de Bilbao, durante un partido contra el Espanyol en 2020. Todo podría cambiar en breve, pero hasta la fecha todo sigue igual.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión