fútbol base

El Teruel-Oliver juvenil acaba con denuncia de insultos racistas e intervención policial

El partido, disputado en el campo Luis Milla de la capital mudéjar el pasado sábado, estuvo envuelto en polémica. 

Imagen de archivo del campo Luis Milla de Teruel.
Imagen de archivo del campo Luis Milla de Teruel.
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Polémica en el fútbol base aragonés. El CD Oliver de la División de Honor Juvenil denuncia los insultos que dos de sus jugadores, de 17 años y 18 años respectivamente, recibieron el pasado sábado por la tarde en el campo Luis Milla, donde se midieron con el CD Teruel con un resultado de 2-0 favorable a los locales.

Según declaran desde el club zaragozano, Faraj -dorsal 30- y Francisco Palma -dorsal 19- escucharon improperios como “moro de mierda” o “negro de mierda”, y así lo han hecho público en sus redes sociales con objeto de que “la sociedad conozca que, en pleno siglo XXI, hay chicos que tienen que seguir soportando este tipo de conductas”.

"Vamos a disfrutar del fútbol. No a recibir insultos así, tanto desde la grada como de los mismos jugadores rivales. Hay personas que no entienden que todos somos iguales", recoge el perfil de Instagram de uno de los jugadores, coincidiendo con el sentir que trasladan los entrenadores del equipo, David Hernández y Javier Bríngola.

Ambos presenciaron lo ocurrido desde la banda de ese campo Luis Milla, y aseguran que fueron “varios” los aficionados que profirieron insultos, y que después también se sumaron algunos jugadores del CD Teruel, "sin que el colegiado (Ilyas El Mazraoui) tomara cartas en el asunto ni lo recogiera en el acta".

Sí mostró cuatro cartulinas amarillas por cada bando, evidenciando que fue un encuentro bastante ‘caliente’, en el que el cuadro local, a pesar de las numerosas bajas que acumula en su plantel, acabó imponiéndose a un rival que se presentó en tierras mudéjares en plena racha de resultados.

Peralta (min. 50) y Rubén (80) fueron los autores de los goles de un partido que, sin embargo, ha quedado marcado por las hostilidades entre ambos conjuntos. “En el descanso tuvimos que darle ánimos a Francisco Palma porque estaba muy tocado. Después, en el minuto 60 o 65, aproximadamente, lo tuve que retirar del campo. Estaba llorando sin parar por lo que le decían”, añade Bríngola, en una versión que niegan los responsables del Teruel.

Santiago Gonzalvo es el responsable de la cantera del club rojillo y se remite al acta arbitral para demostrar que lo ocurrido no es como cuentan en el Oliver. De hecho, asegura que, si el colegiado les hubiese confirmado que alguno de sus jugadores había tenido un comportamiento inadecuado, ya estaría fuera de la entidad.

Al acabar el partido entré a la caseta para preguntarle si él había escuchado algún insulto, en el campo o en la grada, y me dijo que no. También le consulté repetidas veces a mis jugadores y me lo negaron”, comenta Gonzalvo, que fue la persona encargada de avisar a la Policía Local para que controlase los enfrentamientos que se produjeron al acabar el duelo.

“Vinieron unos 14 efectivos. La gente de El Oliver nos amenazaba con lo que pueda ocurrir en el partido de vuelta. Se vivieron momentos muy desagradables”, concluye el directivo del Teruel.

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