Jorge Vilda, del tormento a la gloria

Tras una rebelión a bordo y mucho tiempo en el ojo del huracán, el seleccionador de fútbol femenino ha conducido al combinado nacional a levantar su primera Copa del Mundo.

El seleccionador nacional es manteado por las jugadoras y parte del equipo técnico momento después de la entrega de medallas ayer en Sídney.
El seleccionador nacional es manteado por las jugadoras y parte del equipo técnico momento después de la entrega de medallas ayer en Sídney.
Bianca De Marchi

Consiguió la primera victoria en un Mundial femenino para España en Francia 2019, llevó a La Roja a encontrar su mejor juego y ahora, después de meses, de mucho tiempo, en el ojo del huracán y centro de las críticas, Jorge Vilda ha conducido a la selección nacional a la primera estrella de su historia y a levantar una Copa del Mundo.

Personalidad, confianza y capacidad de reacción. Estas pueden ser las tres palabras que definen al seleccionador español Jorge Vilda, que ha pasado por muy malos momentos y que se ha afianzado con el apoyo de la Federación Española (RFEF). Después de ocho años en el banquillo de la absoluta y tras superar bache de ‘la rebelión de las 15’, el técnico ha logrado poner el fútbol femenino español en lo más alto.

Un inicio fulgurante

Vilda creció al lado del fútbol profesional. Su padre, un referente para él, fue preparador físico de Johan Cruyff durante su etapa en el Barcelona y de Juup Heynckes en el Real Madrid de la Séptima. Antes de terminar la carrera de Educación Física, se hizo cargo de un modesto club de base del madrileño barrio de Hortaleza para «aprender y avanzar poco a poco en la profesión». En 2010, mientras su padre se hacía cargo de la selección femenina sub-19, Jorge Vilda hizo lo propio con la sub-17. Ganó dos Eurocopas, dos subcampeonatos europeos, un subcampeonato del mundo y en 2014 sustituyó a su padre en el banquillo de la sub-19. Un año después, Jorge Vilda fue llamado para sustituir a Ignacio Quereda como entrenador de la selección absoluta.

En la Eurocopa 2017 de Países Bajos, su España pasó a cuartos pero cayó ante Austria tras una tanda de penaltis. En la clasificación para el Mundial de Francia 2019, la Roja vio frustrado su sueño en octavos contra Estados Unidos. Más dramática fue la Eurocopa de 2022, donde -también contra Inglaterra- se perdió en la prórroga en cuartos. «Tengo a las 23 mejores jugadoras del mundo», dijo el míster en la preparación del presente Mundial, en unos meses duros y polémicos, en los que se vio en el ojo del huracán: buena parte de la selección renunciaba a acudir a la convocatoria asegurando que ciertas situaciones «estaban afectando a su estado emocional». El seleccionador encontró el respaldo de Luis Rubiales y la RFEF, y, contra viento y marea, defendiendo su honorabilidad y el trabajo de todo su cuerpo técnico, ha sido capaz de hacer un grupo y llevarlo a la cima.

Orgulloso y feliz

Algunas jugadoras se mantuvieron en su postura, pero otras dieron marcha atrás y España volvió a contar con auténticos referentes como Alexia Putellas, Jenni Hermoso o Mariona Caldentey para completar una convocatoria.

Este domingo, Vilda era uno de los hombres más buscados en Sídney. Nada más acabar el partido, el seleccionador hablaba con calma, elegancia, agradecimiento y sin rencor hacia nadie. «Siento una inmensa alegría. Estoy orgullosísimo de este equipo y estoy feliz por toda la gente que está viéndonos ahora», comentó en alusión a millones de españoles que seguían desde sus casas la final. «Hemos demostrado cómo podemos jugar y que sabemos sufrir. Este equipo ha creído y somos campeones del mundo», recalcó Vilda, que confesó que cuando la árbitra pitó el final miró a la grada: «Ahí estaba mi mujer y mi hija. Mi hijo no pudo venir. ¿Ahora qué? Ahora, a celebrarlo».

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