Luces y sombras de dos años de mandato de Laporta

En un período marcado por las controversias económicas e institucionales, el equipo vuelve a competir en España y aún tiene la asignatura pendiente de hacerlo en Europa.

El presidente del Barcelona, Joan Laporta, durante el partido de LaLiga entre Barcelona y Valencia, este domingo en el Camp Nou.
El presidente del Barcelona, Joan Laporta, durante el partido de LaLiga entre Barcelona y Valencia, este domingo en el Camp Nou.
EFE/ Alejandro Garcia

El 7 de marzo de 2021, Joan Laporta volvía a la presidencia del Barcelona para enderezar la crisis deportiva y económica que sufría el club azulgrana. Apelando al sentimiento culé y con el recuerdo todavía muy presente de su primera etapa, cuando el club vivió sus años de oro, 30.184 socios decidieron votarle.

Dos años después, marcados por las controversias económicas, sociales y jurídicas, el equipo vuelve a competir en España y aún tiene la asignatura pendiente de hacerlo en Europa.

Resurgir deportivo

Durante los dos años de mandato, Laporta ha levantado una Copa del Rey y una Supercopa de España, el primer título de la era post-Messi. La continuidad del astro rosarino era la principal baza de la campaña del abogado catalán, pero el 'fair play' financiero y las dificultades económicas que vivía el club forzaron su salida.

Tras una temporada de transición, donde Koeman fue destituido y Griezmann traspasado, la directiva daría las llaves del proyecto a Xavi Hernández. La llegada del técnico catalán y los fichajes de Dani Alves, Adama. Ferrán y Aubameyang en invierno mejoraron la situación, logrando grandes resultados como el 0-4 en el Bernabéu. Sin embargo, la eliminación en cuartos de Europa League frente al Eintracht de Frankfurt, en una noche trágica para el barcelonismo por la invasión de aficionados alemanes en las gradas del Camp Nou, hizo que el equipo perdiera fuelle y se contentara con la clasificación para Champions

Este verano, las incorporaciones de Lewandowski, Raphinha, Koundé, Christensen, Kessié o Marcos Alonso han hecho que el Barça vuelva a competir en el terreno doméstico, donde es líder en la Liga y tiene ventaja en las semifinales del torneo copero, pero ha vuelto a fracasar en Europa.

Respiro económico

La difícil situación que atravesaban las arcas del Barcelona junto a la obligación de volver a pelear por todos los títulos, obligó a Laporta a tomar decisiones drásticas. La deuda ascendía a 1.350 millones de euros y recurrió a la venta de activos para reforzar la plantilla y reconducir la viabilidad de la institución.

La directiva cedió a Sixth Street el 25% de los derechos de televisión por 25 años a cambio de 519 millones y vendió el 49,5% de Barça Studios a socios.com y Orpheus, propiedad de Roures, por 200 millones de euros.

A las famosas palancas se une el acuerdo de patrocinio con Spotify, que afecta al nombre del estadio y la financiación del Espai Barça, el tan ansiado proyecto de transformación de las instalaciones del FC Barcelona en el barrio de Les Corts que aún genera dudas por la selección de la empresa turca Limak para llevar a cabo las obras.

El 'caso Negreira'

En esta parcela, la segunda etapa de Laporta en la presidencia ha estado marcada por la unión con Florentino Pérez para llevar a cabo el proyecto de la Superliga y los problemas con Javier Tebas y LaLiga por impedirle ampliar el 15% de la masa salarial, dificultar la inscripción de futbolistas y llevar la renovación de Gavi a los despachos.

En las últimas semanas, el máximo mandatario ha tenido que lidiar con el 'caso Negreira', uno de los mayores escándalos de los últimos tiempos en el fútbol español. Entre 2001 y 2018, el Barcelona pagó siete millones al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros y, aunque el club sostiene que son pagos justificados al realizarse a cambio de informes de jugadores y colegiados, aún no ha habido ninguna declaración de forma oficial.

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