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Rubén Díez, otro aragonés que apunta a Primera

El centrocampista zaragozano está más cerca que nunca de la máxima categoría. Este sábado inicia la final del 'play off' de ascenso con el Tenerife en Gerona.

Rubén Díez, durante un entrenamiento del Tenerife.
Rubén Díez, durante un entrenamiento del Tenerife.
CD Tenerife

En cuestión de un año, Rubén Díez (Zaragoza, 1993) ha vivido las dos caras del fútbol. El 24 de mayo de 2021 lloraba el descenso a Primera RFEF con el Castellón, club del que terminó saliendo con malas formas. Hoy está a un paso -en realidad a dos- de conseguir el ascenso a Primera División con el Tenerife, que este sábado disputa la ida de la final del ‘play off’ ante el Girona.

No ha sido una temporada especialmente fácil para el zaragozano, que hasta la penúltima jornada de liga (derrota por 2-0 en Ipurúa) no disputó su primer partido completo, pero la posibilidad de dar el salto a la máxima categoría acaba con todos los males.

Díez no participó en ninguno de los encuentros de semifinales ante Las Palmas; pero en esta eliminatoria definitiva ante el Girona sí podría tener minutos, ya se como titular como suplente, para dotar de frescura una delantera que cuenta con futbolistas de la talla de Mollejo, Mario González o Enric Gallego.

El zaragozano sabe mejor que nadie lo caro que está jugar en el Tenerife. En realidad, siempre lo supo. Ningún entrenador desde que se empezase a forjar como jugador en el Giner Torrero, donde, por su parecido con el carismático exfutbolista del Real Zaragoza Paulo Roberto Jamelli, se le empezó a apodar así.

Rubén Díez fue Jamelli durante más de una década. Y lo sigue siendo para muchos, recordando su paso por el División de Honor Juvenil del Stadium Casablanca; el Valdefierro, el Almudévar, el Ebro; el Deportivo Aragón; el Tarazona y el Teruel, antes de dar el salto a Segunda División con el Castellón (2019-20).

Precisamente, su intención de no dejar el fútbol profesional fue lo que condujo a declararse en rebeldía el pasado verano. Los castellonenses consumaron su descenso el referido 24 de mayo, y hasta finales de agosto no se formalizó su traspaso al Tenerife por 250.000 euros y un porcentaje de un futuro traspaso.

Fueron tres meses complicados, que además condicionaron el inicio de curso de un Díez que no pudo completar la pretemporada a las órdenes de Ramis, pero ahora le llega la recompensa. La Primera División está más cerca que nunca para este currante del fútbol. Todo depende de lo que ocurra este sábado, y el fin de semana que viene en el Heliodoro Rodríguez López.

Una final igualada

Al conjunto canario le trae buenos recuerdos Montilivi, porque fue el escenario de su último ascenso a Primera División en 2009. Además, el equipo isleño llega a la cita avalado por sus números fuera de casa esta temporada, que le acreditan como el mejor visitante de la categoría y por el nivel mostrado en la eliminatoria anterior, en la que venció en los dos partidos a Las Palmas.

Las únicas bajas que tiene son las de Pablo Larrea y Javi Alonso, aunque forman parte de la expedición, mientras que están disponibles pero sin ritmo de competición Samuel Shashoua y el exzaragocista Álex Muñoz. La previsión es que Ramis repita con el mismo bloque que venció los dos derbis, con la duda de si el acompañante de José León en el centro de la defensa es Carlos Ruiz o Sergio González.

Por su parte, el Girona llega a la final con la confianza al máximo tras remontar la semifinal ante el Eibar. El cuadro catalán jugará su quinta final del 'play off', la tercera consecutiva, y las ha perdido todas: en 2013 contra el Almería, en 2016 contra Osasuna, en 2020 contra el Elche y en 2021 contra el Rayo Vallecano.

Así, los de Míchel llegan a la cita con la voluntad de rebelarse contra sus fantasmas, pasados y presentes. Para subir necesitarán la eficacia en las áreas que mostraron en Eibar, donde anotaron dos tantos en cuatro remates.

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